La toma por la cintura para que ella enrolle sus largas piernas en sus caderas rozando su miembro con su mojado sexo. La pega a la pared y entra en ella, un gemido fuerte salió de los labios de Destiny al sentirlo penetrarla con fuerza, con posesividad. Como quién deja claro quién manda. Entró de una estocada, la miró a los ojos para esperar que se acomodara, ella con la mirada le da el visto bueno.
Él comienza a moverse suave y sin prisa, pone sus senos en su boca saboreando a cada uno con delicadeza. Deseaba tanto a la mujer que si no se controlaba terminaría rápido, pero no se lo permitiría. Así que solo dió dos movimientos y salió de ella para colocarla en la cama, esa noche la quería follar de todas formas, quería que ella se entregara a él como él lo hacía con ella. La puso en cuatro y volvió a entrar haciendo que Destiny volviera a gemir fuerte, esta vez las embestidas eran más precisas. La tomó de la cadera para embestir su cuerpo a sus anchas. Sintió como la mujer se estaba contrayendo, lo sentía en su pene en cada embestida, la vió empuñar las sábanas entre sus manos gimiendo y disfrutando tanto como él.
— Marco, más duro — Marco sonrió y salió de ella dejándola a punto de llegar. Se acuesta en la cama.
— Ven— le dice señalando su miembro erecto— quiero que lo maltrates como tú quieras. —Destiny lo mira con complicidad, se monta a horcajadas y comienza a todo galope sobre el miembro de Marco, mientras él juega con sus pezones.
La acercó a sus labios mientras ella gemía sin parar. Marco siente como esta a punto de lograr su orgasmo y la aprieta más a su miembro, quería sentirla como se contrae mientra eso a él lo ponía más duro. El latir de su corazón era fuerte. El grito de placer de Destiny fue placentero para sus oídos. La pone en su cama y vuelve a introducirse en ella está vez poniendo sus pies en sus hombros, dejándola completamente vulnerable para el.
Entró y embistió fuerte. Ella seguía gimiendo. Bajó sus labios hasta la mujer para devorarlo. Se sentía extasiado, le gustaba sentirla tan suya, la necesitaba como en ese momento.
Ella se volvió a contraer y él se dejó llevar por las emociones y terminó con ella, mezclando sus fluidos haciéndose uno.
Marco se acuesta a su lado, aún extasiado de placer que esa mujer le daba. Fue al baño para llenar la tina. La bañara y le hará el amor nuevamente, se lo haría hasta que sus cuerpos no pudieran más. Cumplió su palabra a cabalidad. Se quedaron dormidos abrazados. No hablaron de nada, solo se dedicaron a consentirse.
Despertaron tarde en la mañana, Marco fue el primero en levantarse, tomó un baño para luego pedir el desayuno. Le daría la sorpresa a Destiny y le pediría que fueran novios. Él aceptaba que ella lo hacía feliz y no quería perder la oportunidad de perderla. Quería que ella supiera lo mucho que él la quería. Cuando llegó el desayuno preparó todo y fue a la cama a despertarla.
— Pequeña perezosa— dice dejando un beso en la nariz. — es hora de levantarse signorita O'Reilly.
— Un ratito más, siento que me pasó un tren por encima — dice y Marco ríe fuerte.
— Ven, si quieres pasaremos el día en la cama, pero el desayuno se enfría.— ella abre un ojo para mirarlo.
— Está bien pero solo para eso, quiero dormir. — dice levantándose de la cama totalmente desnuda.
— Bien, creo que a mi se me acaba de quitar el hambre, — comenta quitándose la bata de baño que tenía puesta. Mostrando su miembro erecto.
— Mmmmm, creo que hay cosas mejores que saborear. — Ella fue directo al frente de la cama y se arrodilló frente al hombre.
Besó la punta palpitante de su glande. Lo ve suspirar, vuelve a besarlo esta vez abre la boca para pasar su lengua por todo su glande.
— Esto es maravilloso, mi amor — ella toma el falo entre sus manos y comienza a moverla seguidas de su invasión con su boca chupando y succionando su gran y erecto pene.
Las maldiciones de Marcos se hicieron más fuertes—. No sigas. —pidió, pero ella no lo dejó alejarse, siguió hasta que sintió como su boca se llenaba de su líquido caliente. Lo traga y sigue estimulando, el hombre hace que se pare y la besa.
— Eso fue maravilloso, ahora me toca a mí.— ella sonríe.
— La acuesta en su cama y abre sus piernas, sus fluidos cubrían cada parte de su excitada vagina. Para él eso es glorioso. Ver como la mujer se excitaba por haberlo masturbado y estimulado con su boca.
Marco se hundió en el sexo de la mujer limpiando ese exceso de lubricación que tenía. Saboreó y volvió a hundirse en él jugando con su clítoris, entre mordidas y lamidas Destiny había tomado sus pezones para apretarlos. Marco intrduce su lengua en su sexo fingiendo la penetración, eso la volvió loca.
— Marco por favor— musito entre gemidos.
Marco entendió su pedido pero no la penetrara con su pene, la haría llegar como ella lo hizo con él. Introdujo dos dedos y comenzó a movernos como si estuvieran en el acto. Destiny movía sus caderas buscando más y Marco lo hacía más de prisa hasta que la sintió contraerse. Saco sus dedos y estímulo con su lengua hasta hacerla llegar al clímax absorbiendo toda la esencia de la mujer.
Se fundieron en un beso. Saboreando sus fluidos. Ambos sonrieron cómplices de sus sentimientos. Eran los amantes perfectos. Se comprendían y complacian perfectamente. Se pararon y se lavaron la boca para ir a desayunar. La otra parte la terminarían después.
Desayunaron tranquilos, entre caricias que se dedicaban como dos enamorados o más bien parecían recién casados. Ninguno se preocupaba de nada más que de ellos. Luego que desayunaron volvieron a la cama para entregarse a sus deseos. Durmieron otro rato en el que despertaron en la tarde casi noche. Aún abrazados Marco pide la comida.
— Mañana nos iremos a Italia. —dice Marco
— Vannesa, tengo que llamarla.
— Tranquila, más tarde subimos, bajamos las maletas y nos iremos juntos.
— Bien, pero tengo que despedirme de Jean Paul. —Marco blanquea sus ojos.
— Como quieras, mi amor. —Destiny lo mira triste.
— Marco...
— Destiny seamos pareja, yo se que siento mucho por ti y yo se que tu tambien, lo siento, lo dicen tus besos y caricias.
— Marco no creo estar pre...
— No digas que no, déjame demostrarte que te quiero, déjame demostrarte que soy solo tuyo. — dice tomando su mano.
— No Marco, no puedo hacerlo. No he sanado, no puedo. Destiny se levanta de la cama y corre al baño recorriendo su ropa. Marco la ve correr quedando sorprendido. La mujer lo rechazó, a la mujer que le había entregado su corazón lo había rechazado sin más.
Ya estaba cansado de suplicarle, ya fue la gota que colmó su vaso, si ella no lo puede querer ya no se doblega ante ella, nunca más.Marco ve como Destiny sale de la habitación cerrando la puerta tras ella y es cuándo él sale de su estupefacción. Una sonrisa triste se forma en sus labios, ya estaba decidido, esa misma noche tomaría el primer avión a Italia. No deseaba volver a ser rechazado. Ya estaba cansado de llorarle y suplicarle por un amor no correspondido. Destiny lo único que ha hecho es rechazarlo y verlo como el malo de la película. Recogió todas su pertenencias y salió sin mirar atrás, iría a uno de sus apartamentos en Pisa, no quería que ella supiera donde él se encontraba, ella sabía que su residencia principal era en Florencia .
Canceló su habitación y salió del hotel con su corazón destrozado. Volvería a ser el Marco sin corazón, el solitario que nunca repetía con una mujer más de una noche. Estaba comprobado que el amor no era para él, ni su madre lo amó lo suficiente para quedarse junto a él. Su corazón se enfureció y juró no volver a caer en la falsedad de los sentimientos.
Abordó el taxi que lo llevaría hasta su destino, mientras Destiny lloraba amargamente en su habitación. Ella sabía que lo había tirado todo por la borda. Sentía que lo quería, y mucho más de lo que quiso alguna vez a Justin, pero el miedo a volver a ser traicionada le mataba. No se sentía lista aún para tener una relación y mucho menos con Marco, ella sabía que él también debía aceptar que necesitaba sanar todas sus heridas antes. No sabía que le había pasado pero de algo estaba segura y era que tanto él como ella debían tomarse un tiempo.
Vane entra con Jean Paul, todos sonrientes y cargados de bolsos. Destiny se limpia la cara para que no queden rastros de sus lágrimas.
— ¿Dest, estas bien? —la chica asiente—. ¿Segura? —vuelve a preguntar Jean Paul.
— Si, estoy bien. Estoy un poco sensible debe ser que está próxima mi menstruación. — dice para librarse de las preguntas de sus amigos.
— Seguramente — dice Vane aunque no le creía del todo.
— Vamos a la discoteca de ayer, ¿quieres ir con nosotras? —pregunta Jean Paul.
— No, voy a quedarme aquí hoy, tengo que recoger mis cosas ya mañana salgo a Italia.
— ¿A qué hora es tu vuelo?— pregunta Vane.
— En la tarde. contesta Destiny poco animada.
— ¡Oh ok! Yo salgo en la tarde también.
— Bien, nos vamos juntas al aeropuerto.
— Si, ahora ¿vamos?— pregunta Vane
— No me siento con deseos de salir. Tal vez más tarde me animo y les llego.
— Sí, bien, ah, tu celular y tu bolso está en el armario.
— Gracias Vanne.
— Por nada amiguis. Aún me tienes que contar muchas cosas. Pero ya será mañana, ahora Jean Paul y yo nos vamos. —Destiny niega, Vanessa nunca cambiará.
— Bien que disfruten. —los ve salir y respira tranquila. Necesitaba estar sola y pensar en todo lo que había ocurrido.
Fue al armario para buscar su celular. Pronto se vió revisándolo para saber si tenía alguna llamada o mensaje del hombre que no sacaba de sus pensamientos, pero nada, ya habían pasado cinco horas desde que ella salió de su habitación y él no le llamó, ni le escribió. Negar que extrañaba estar entre sus brazos era mentir a ella misma. Los momentos más felices de todo su viaje fueron junto a él.
Destiny pensó detenidamente que había sido un error el no haberlo aceptado, seguro los dos podían curar junto sus corazones como él se lo había propuesto. Decidió al fin dar el paso. Bajó hasta su habitación, la encontró abierta y entró.
— Señorita, no debe estar aquí.— la voz de una joven la hizo voltear.
— Estoy buscando a Marco D'Angelo.
— El señor D'Angelo entregó su habitación hace cuatro horas. — dice la joven de limpieza.
— Oh bien, disculpe entonces.— sale de la habitación decepcionada. Él no la esperó, se fue y la dejó allí. Sentía cómo su mundo se hacía pedazos.
Llegó a su habitación y lloró desconsolada al ver que se había marchado sin luchar. Se rindió a la primera. Entonces decidió seguir adelante, si él no luchaba ella tampoco se moriría. Se dió un baño y se acostó a dormir. Al día siguiente partiría a Italia dejando todo atrás.
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Viajera
RomanceUna decepción lleva a Destiny por rumbos alejado de todos las personas que conoce. Se aventura a llegar a Europa, emprender un viaje para sanar las heridas del pasado. En el camino encuentra nuevas y mejores amistades, conocer nuevos lugares y encue...