El hombre entrelazó sus dedos con los de la mujer y subieron hasta su habitación, sonriendo y hablando de cosas banales. Entraron a la habitación donde efectivamente los esperaban una botella de champagne en la barra. Marco va y sirve las dos copas. Destiny lo espera desde el lugar donde la había dejado.
—Ven, vamos al balcón. —comenta Marco cuando entregó la copa. Ella asiente y caminan hasta el sofá que había en el balcón dando la mejor vista a la torre Eiffel.
— Se ve hermosa desde aquí. —dice Destiny mientras Marco la abraza.
— Ayer se veía opaca sin ti a mi lado. —susurra él dejando un beso en la sien de la mujer.
— Exagerado es la torre Eiffel, se ve hermosa siempre.
— Para mi todo tiene color solo cuando estás junto a mi.
— Marco por favor no sigas. —pide bajando la mirada.
Se sentía avergonzada por todas las cosas bonitas que estaban pasando en ese momento. Él toma su mentón para levantar su rostro.
— Eres hermosa, eres todo lo que necesito para que el día tenga color. —se acerca a sus labios.
Fue un beso diferente, en ese momento se sintió entregando todo a la mujer que tenía frente a él. Sus labios rozan suavemente los de Destiny, en besos intermitentes. Su cuerpo se estremecía con cada roce, Marco la toma de la nuca para intensificar el beso. Un gemido sale de los labios de Destiny, el hombre baja sus besos mojados por su cuello hasta llegar a su hombro.
—No sé si pueda aguantar teniendote tan cerca. —susurra nuevamente encima de sus labios—. Eres mi droga Destiny O'Reilly.
Vuelve a poseer su labios esta vez con hambre, sus manos buscan deshacer los lazos del vestido para desajustar el vestido que lo alejaba de la piel de su mujer. Cuando al fin logró soltar el vestido la levantó en sus brazos para llevarla adentro, la risa de Destiny no se hizo esperar entre sus brazos se sentía dichosa no lo podía negar.
Ya frente a la cama, la baja para quitar el vestido de Destiny y admirar su cuerpo. Cuando al fin la tiene en ropa interior él comienza a quitar su ropa. Quería estar en igual condición. Le gustaba verla , deseaba su cuerpo, la quería toda ella.
Ya en ropa interior se acercó a ella para volver a besarla, esta vez acostándola con delicadeza en la cama. Baja sus besos por toda su piel desnuda, llegó hasta sus pies acariciando los para volver a subir con sus besos, está vez dejando besos por sus piernas y la parte interna de sus muslos. Hasta que con ellos llegó a la ropa interior de seda color crema, Marco se detiene en su entrepierna para comenzar a dejar pequeñas mordidas por encima de la tela, destiny no podía más con la excitación que esto le provocaba y trato de cerrar sus piernas pero él no se lo permitió.
Subió por la línea del alba hasta llegar a sus pechos que pedían atención a gritos, quitó el sostén de la mujer sin prisa alguna, para luego tomar sus pechos en su boca y saciarse con ellos, pasando de uno al otro y así sucesivamente.
Volvió con sus besos a los labios de Destiny, bajó una de sus manos al pliegue de las bragas de Dest y la metió para tocar ese lugar ya húmedo de la mujer, ese pozo de agua que anhelaba. Bajó las bragas de Destiny para bajar su labios abruptamente hasta esa zona que lo llamaba a gritos. Marcos se hunde en ella probando su néctar, saboreando cada rincón de su sexo, volviéndose loco de placer. Se sumergió en ese lugar hasta que la sintió llegar a su boca quedando completamente satisfecho.
Bajó su ropa interior dejando a la vista su excitación. Masajea su glande, pone un condón para rozar lo con el sexo de Destiny, ya lubricado se sitúa frente a su hendidura y se introduce lento, sintiendo la tan estrecha. Haciéndolo suspirar de tanto placer.
Comenzó a embestir la suave, sin prisa, la beso con deseos, la necesitaba. Los gemidos iban acorde a las embestidas llenando el lugar de gemidos. No aguantaron más hasta que explotaron de placer, ambos al mismo tiempo en una sincronía de cuerpos donde se fundían y se hacían uno sólo.
Él le había hecho el amor como nunca se lo había hecho a nadie. Había entregado todo de sí en ese encuentro sin temer, deseando que ese momento no acabara jamás.
Sale de ella para quitar el condón. Va al baño lo limpia y vuelve a la cama para abrazarse a la mujer que estaba en su cama desnuda. La tomó entre sus brazos para pegarla a su pecho. No la dejaría ir, está vez no deseaba dejarla ir.
Destiny se sentía plena entre los brazos de ese hombre, para que negar que siempre que tenían sexo era algo más fuerte. Sentía que por primera vez le hacían el amor, nunca se había sentido tan venerada, como cuando Marco la tocaba, cuándo con sus besos la hacían tocar el cielo, cuándo se adueña de su cordura entregando todo.Despertaron abrazados, Destiny sonríe al sentir los brazos del hombre rodear su cuerpo. Se voltea para quedar frente a ese hombre que la volvía loca. Acarició su rostro" y Marco sonrió sin abrir los ojos.
— ¿Dormistes bien?— pregunta Destiny acercándose a dejar un beso en la barbilla.
— De maravilla, podría acostumbrarme a despertar así todo los días de mi vida — dice poniéndose encima de ella para dejar un beso en sus labios.
— Yo también — sus miradas lo decían todo.
Marco la volvió a besar acomodándose entre sus piernas, rozando su ansioso pene por su ya excitada vagina. Se pone en su entrada para comenzar a invadirla sin preámbulos. El gemido de Destiny le aseguró que había hecho bien. Besó sus senos para subir hasta los labios de la mujer, que poco a poco fue invadiendo hasta al fin comenzar a embestirla con sus movimientos suaves pero certeros.
— Oh por los dioses, Destiny, me vuelves loco. —dice Marco sintiendo la estrechez de la mujer.
Ella no artículo palabra, solo se dejó llevar por el deseo. Se besaron mientras él seguía su trabajo de complacer a la mujer, ella lo llevaba a alcanzar el cielo. Por primera vez veía las estrellas y podía sentirlas. Ambos alcanzaron a liberarse juntos, para terminar con sus respiraciones trabajosas. Cuando al fin Marco se repone, la pega a su cuerpo.
— ¿Qué te parece si conócemos Francia?— dice besando su cuello.
— Como quieras, al fin y al cabo solo me quedan dos días aquí. Luego iré a Italia.
— Iremos, por qué seré tu guía turístico.— dice acariciando la piel decía mujer con sus nudillos
— Marco...— Destiny quería hablar sobre lo que estaba pasando entre ellos, no se sentía preparada para comenzar una relación con nadie. Ese viaje le hizo conocer que nunca había amado a Justin como ella pensaba, pero aún dolía la amargura de sentirse traicionada.
— ¡Shhh! No digas nada, lo hago porque así lo decidí. Al fin y al cabo que son unos días con la mujer más hermosa que pude conocer.— dice sin soltarla.
— Bien, pero no deseo más escenas.— dice un poco más relajada.
— Lo prometo.
Se pusieron de pie para arreglarse, al menos Marco, ella fue a su habitación acompañada de Marco para buscar ropa.
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Viajera
RomanceUna decepción lleva a Destiny por rumbos alejado de todos las personas que conoce. Se aventura a llegar a Europa, emprender un viaje para sanar las heridas del pasado. En el camino encuentra nuevas y mejores amistades, conocer nuevos lugares y encue...