Solo Mía: Riley x Valentina

Capitulo 9: Celos y Deseo

Días después. 

La mañana en la escuela había comenzado como cualquier otra, pero para Riley, el ambiente se sentía diferente. Desde que se unió al equipo de hockey y se volvió más cercana a Valentina, su popularidad había aumentado significativamente. Aun más por el último partido. Ahora, al caminar por los pasillos, recibía más saludos y sonrisas de lo habitual. Incluso algunos chicos y chicas que antes apenas le prestaban atención, ahora parecían interesados en conocerla mejor.

Valentina observaba todo desde la distancia, tratando de mantener una expresión neutral. Por dentro, sin embargo, cada sonrisa dirigida a Riley, cada gesto amistoso, encendía una chispa de celos que amenazaba con convertirse en un incendio incontrolable. No podía soportar ver a Riley rodeada de tanta gente, especialmente de chicos que, en su opinión, no tenían ningún derecho a acercarse a ella.

Durante las primeras clases, Val se obligó a concentrarse en sus estudios, tratando de ignorar la creciente atención que Riley estaba recibiendo. Dani, su mejor amiga, notó la tensión en el rostro de Val y le lanzó una mirada preocupada, pero no dijo nada. Sabía que cuando Val estaba de mal humor, era mejor dejar que se enfriara por sí sola.

Finalmente, llegó la hora del almuerzo. Val se dirigió al comedor donde estaban las Fire-Hawks, intentando no pensar en dónde estaría Riley o con quién estaría hablando. Sin embargo, al entrar al comedor, su mirada se dirigió automáticamente hacia la mesa donde Riley estaba sentada.

Riley, como de costumbre, se sentaba con Casey y algunos otros amigos. Pero hoy, la mesa parecía más llena que de costumbre. Un grupo de chicos y chicas se había unido, todos riendo y conversando animadamente. Val no pudo evitar fijarse en uno de los chicos, un amigo de Casey, que estaba sentado muy cerca de Riley, mirándola con una sonrisa demasiado coqueta para su gusto.

Valentina se sentó con las Fire-Hawks, su expresión seria y sus movimientos tensos. Dani, que se había dado cuenta de su estado de ánimo, le tocó el hombro y susurró:

—Val, ¿estás bien? Pareces un poco molesta.

Val murmuró una respuesta evasiva, su mirada fija en Riley y el chico que ahora parecía estar coqueteando abiertamente con ella. Riley, por su parte, se veía sorprendida y un poco incómoda, claramente no sabía cómo manejar la situación. El chico se inclinó hacia ella, sonriendo de una manera que hizo que Val quisiera levantarse y separarlos físicamente.

—Oye, Riley —dijo el chico, su voz suave y seductora—, ¿qué te parece si salimos este fin de semana? Podríamos ir a ver una película o algo así. Sería divertido.

Riley parpadeó, su rostro enrojecido. No estaba acostumbrada a este tipo de atención y no sabía cómo responder. Abrió la boca para decir algo, pero las palabras parecían no querer salir. En ese momento, Valentina se levantó bruscamente de su asiento, sus puños apretados y su rostro una máscara de furia contenida.

Sin pensarlo dos veces, Val caminó hacia la mesa de Riley y golpeó la mesa con un golpe seco y fuerte, haciendo que todos los presentes se sobresaltaran y miraran hacia ella. El comedor entero pareció quedarse en silencio por un momento, todos los ojos fijos en Val.

—Riley —dijo Val, su voz fría y controlada—, ¿puedo hablar contigo un momento?

Riley se levantó, todavía un poco aturdida por la interrupción de Val. Los chicos y chicas a su alrededor se quedaron mirando, sorprendidos por la repentina aparición de la capitana del equipo de hockey. Sin decir una palabra, Val tomó a Riley del brazo y la llevó hacia una esquina del comedor, lejos de la mesa y de las miradas curiosas.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Val, su voz baja pero llena de una furia contenida que hizo que Riley se estremeciera.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Riley, confundida y un poco asustada por la intensidad en los ojos de Val.