Solo Mía: Riley x Valentina

Capitulo 26: Juntas

Riley no podía soportar la idea de Val pasando por esto sola. Decidió que necesitaba hablar con ella, ahora más que nunca. Riley empezó a buscar a Val por toda la escuela, sin éxito. Finalmente, por curiosidad, decidió buscar en uno de los salones que usaban para pasar tiempo juntas, y efectivamente, ahí estaba Val.

Riley se acercó con cautela, sintiendo el peso del silencio entre ellas mientras cerraba la puerta. Val miraba por la ventana, perdida en sus pensamientos, su expresión mezclando sorpresa y tristeza. Cuando Riley habló, su voz apenas fue un susurro cargado de preocupación.

—Val...

Val se volteó hacia Riley, su mirada reflejando una mezcla de emociones que Riley encontró difícil de descifrar. Respondió con un simple —Hola, Riley— antes de volver su atención hacia afuera. No parecía muy interesada en hablar, y la falta de respuesta de Val hizo que Riley se sintiera incómoda. Sin embargo, decidió persistir. Lentamente, se acercó más y se sentó en la mesa del pupitre, esperando captar la atención de Val.

—¿Podemos hablar, Val?—dijo Riley con voz suave pero firme. Esperaba que esas palabras fueran suficientes para romper la barrera que parecía haberse formado entre ellas. Val no contestó de inmediato, simplemente movió los hombros como si indicara que le daba igual. Esta indiferencia de Val le dolió a Riley, pero sabía que no podía darse por vencida fácilmente.

Riley la miró fijamente, tomando un momento para absorber la situación. Era la primera vez en mucho tiempo que estaban tan cerca, pero Val seguía sin mirarla. Riley tragó saliva y preguntó tímidamente, —Entonces, ¿cómo estás?—

Val respondió de manera desanimada, —Pues, tú ya sabes, supongo.—

Riley asintió en voz baja, sintiendo el dolor en cada palabra. —¿Por qué dejaste tu equipo, Val? Era muy bueno y tan importante para ti.— Comenzó a enumerar las razones, su preocupación y desesperación se reflejaban en cada argumento que ofrecía. No entendía cómo alguien tan apasionada por el hockey como Val podría dejar algo tan importante.

Finalmente, la intensidad del momento llegó a un punto crítico. —¡Riley!— Val levantó un poco la voz, interrumpiéndola. Riley se quedó callada, sorprendida por la reacción de Val. Val suspiró profundamente, su mirada finalmente se encontró con la de Riley.

—Lo hice por ti—dijo Val, con una mezcla de frustración y vulnerabilidad en su voz.

Riley se quedó paralizada, sus pensamientos giraban rápidamente tratando de comprender el significado detrás de las palabras de Val. —¿Por mí? ¿Qué quieres decir, Val?

Val bajó la mirada, sus hombros se desplomaron ligeramente. —No podía seguir en ese equipo sabiendo lo que Clara hizo, lo que intentó hacer. No podía quedarme ahí y pretender que todo estaba bien mientras tú sufrías por culpa de ella y mía.

Riley sintió un nudo en la garganta. Val había dejado el equipo por ella, algo que nunca hubiera imaginado. —Val, no tenías que hacer eso. Yo... no quería que sacrificaras algo tan importante por mí.

—Riley—dijo Val, su voz más suave ahora—tú eres más importante para mí que cualquier equipo. No podía soportar verte herida y no hacer nada al respecto.

Las palabras de Val golpearon profundamente a Riley, haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas. La intensidad y sinceridad en los ojos de Val la abrumaron. Val bajó la mirada, su voz quebrándose ligeramente.

—Pero eso ya no importa. Te hice daño y lo más seguro es que ya no me quieras... y lo entiendo, fui una tonta —dijo Val, aceptando con tristeza que había echado todo a perder.

Riley la miró, susurrando con una mezcla de ternura y desesperación:

—No eres una tonta... eres mi tonta.