Un cálido sol primavera acariciaba la ciudad cuando Val, Riley, Lynn, y Emily decidieron reunirse después de mucho tiempo sin verse. Las cuatro amigas, estaban emocionadas por pasar un día juntas.
Val, con su característica sonrisa y un aura que emanaba confianza, fue la primera en llegar al lugar de encuentro, un pintoresco café al aire libre rodeado de árboles en flor. A sus 19 años, Val ya había empezado a descubrir quién era y lo que quería en la vida. Su cabello negro caía en suaves ondas sobre sus hombros, y sus ojos brillaban con la emoción de ver a sus amigas y novia.
Poco después, Riley llegó, su energía juvenil y su risa contagiosa llenando el aire. A sus 17 años, aún tenía esa chispa traviesa que la hacía tan encantadora. Se había esmerado en elegir un conjunto que sabía que a Val le gustaría, un vestido sencillo pero elegante que resaltaba su figura esbelta. Al ver a Val, su corazón dio un pequeño salto, como siempre lo hacía cuando la veía, aunque ya no eran nuevas las mariposas en su estómago.
Lynn y Emily llegaron juntas, caminando de la mano, con sonrisas amplias y ojos que reflejaban la complicidad de años compartidos. Lynn, con su porte atlético, emanaba una energía contagiosa. Sus ojos cafes brillaban con una mezcla de dulzura y picardía, sobre todo cuando miraba a Emily, que a sus 17 años, con su cabello algo largo y su elegancia innata, ya comenzaba a destacarse como una joven promesa en el mundo del modelaje. Emily, con su mirada cálida y sonrisa acogedora, parecía siempre saber qué decir para hacer que todos a su alrededor se sintieran cómodos.
Las cuatro se abrazaron con entusiasmo, riendo y comentando lo mucho que habían cambiado desde la última vez que estuvieron todas juntas. Tomaron asiento en una mesa del café, bajo la sombra de un árbol en flor, y comenzaron a ponerse al día.
—¡No puedo creer cuánto tiempo ha pasado! —exclamó Emily, tomando un sorbo de su café helado— Val, sigues siendo la misma, tan segura y genial como siempre.
Val sonrió, jugueteando con el borde de su taza —Tú también, Emily. ¡Mírate! Ya eres casi una toda modelo.
Riley, que había estado observando a Val con una mezcla de admiración y cariño, se unió a la conversación —Y Lynn, ¿cómo va todo en el equipo de fútbol? He escuchado que te va increíble.
Lynn se encogió de hombros con una sonrisa modesta —Pues... no puedo quejarme. Ganamos el campeonato regional el mes pasado, y ahora estamos entrenando para los nacionales. Aunque la verdad es que no sería nada sin Emily apoyándome en cada partido.
Emily sonrió y le dio un suave apretón a la mano de Lynn—Siempre estaré ahí para ti, campeona.
El día transcurrió entre risas, recuerdos y muchas historias compartidas. Decidieron caminar por el parque cercano, disfrutando del buen tiempo. A medida que avanzaban, las conversaciones fluían naturalmente entre las parejas.
Val y Riley caminaban un poco más atrás, disfrutando de la compañía de la otra. Val, siempre tan observadora, notó cómo Riley se ruborizaba cada vez que sus miradas se cruzaban. Le gustaba esa reacción, y aunque lo sabía, siempre lograba sorprender a Riley con un comentario o una sonrisa coqueta.
—Sabes, —dijo Val en un tono suave—, no importa cuánto tiempo pase, siempre consigues hacerme sonreír con esa timidez tuya.
Riley bajó la mirada, sonrojándose más, pero sonriendo—No puedo evitarlo... tú siempre logras hacer que me sienta así.
Val se detuvo un momento y tomó la mano de Riley, entrelazando sus dedos —Me gusta que seas así, Riley. Nunca cambies, ¿vale?
Riley asintió, su corazón latiendo con fuerza —Prometo que no lo haré.
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Solo Mía: Riley x Valentina
FanfictionRiley, una joven tímida y reservada, se une al equipo de hockey de las Fire-Hawks donde conoce a Valentina Ortiz, conocida como Val, la carismática y manipuladora capitana del equipo. Val desarrolla una obsesión por Riley, deseando poseerla completa...