Capitulo 23: Problemas

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Riley bajó lentamente sus labios, dejando un rastro de besos desde el cuello de Val hasta su clavícula, disfrutando de cada pequeño estremecimiento que provocaba en la mayor. Val suspiraba suavemente, sus dedos enterrándose en el cabello de Riley, sosteniéndola más cerca.

—No sé cómo haces para tenerme así de loca— susurró Val, sus ojos brillando con un deseo que solo Riley podía encender.

Riley levantó la vista, encontrando los ojos oscuros de Val llenos de una mezcla de adoración y lujuria. —Eres tú la que me tiene loca a mí— respondió Riley, su voz apenas un murmullo. —Cada vez que te veo, cada vez que te toco... no puedo evitar quererte más.

Val sonrió, un poco burlona, pero su mirada seguía siendo suave y vulnerable. —Entonces estamos igual— dijo, antes de inclinarse para besar a Riley con fervor renovado, como si quisiera transmitir todo su amor a través de ese contacto.

Las manos de Val recorrieron la espalda de Riley, apretándola contra sí, y la rubia respondió con igual intensidad, profundizando el beso. La habitación parecía desaparecer a su alrededor, dejando solo la sensación del cuerpo de Val contra el suyo, el calor y la pasión que compartían.

—Eres mía— murmuró Val contra los labios de Riley, rompiendo el beso solo lo suficiente para respirar. —Solo mía.

—Siempre— susurró Riley, sus labios rozando los de Val mientras hablaba. —Y tú eres mía. No dejaré que nadie más se acerque a ti.

Val rio suavemente, disfrutando del tono posesivo en la voz de Riley. —Me encanta cuando te pones así— dijo, acariciando la mejilla de Riley con su pulgar. —Eres tan dulce, pero también tan feroz.

Riley sonrió, sus ojos brillando con determinación. —Haré todo lo que sea necesario para mantenerte conmigo— prometió, su voz llena de convicción.

Val la miró con ternura, sintiendo una profunda conexión con la chica más joven. —No tienes que preocuparte— dijo suavemente. —No quiero a nadie más. Eres todo lo que necesito.

Con esas palabras, ambas se sintieron más unidas que nunca, compartiendo no solo su amor sino también una promesa tácita de estar juntas, de enfrentar cualquier obstáculo que se les presentara.

Unos días después

Val desde que se unió a su nuevo equipo le había ido muy bien. Ella y Clara hacían un buen equipo y eran demasiado unidas, aunque Val siempre dejaba algo de distancia para que Riley no desconfiara de ella. Sin embargo, Clara se le insinuaba de vez en cuando, y Val, teniendo las cosas claras, siempre la evitaba.

Un día, después del entrenamiento, Val estaba en el vestuario guardando sus cosas cuando Clara se le acercó y la abrazó por la espalda, felicitándola por su rendimiento. Val, seria, intentó mantener la calma. —Gracias— dijo, con un tono neutral.

Clara, notando las marcas en el cuello de Val, sonrió con malicia. —Entonces, ¿te las hizo tu novia?— preguntó con un toque de burla en su voz.

Val se sonrojó un poco y se volteó para verla. —Sí, me las hizo Riley— respondió firmemente, aunque su rubor delataba algo de nerviosismo.

Clara rodó los ojos con disgusto. —Está bien— dijo, con una mezcla de sarcasmo y desdén. Luego, acercándose aún más, susurró —Pero que yo recuerde, mis marcas te encantaban.

Val recordó esos momentos y sintió un escalofrío de incomodidad recorrer su cuerpo. Empujó a Clara suavemente, pero con determinación. —Basta, Clara— dijo, algo molesta.

Clara se rió un poco, disfrutando de la situación. —Vamos, acéptalo. Riley no es como yo. Soy más bonita, tengo experiencia y sé tus debilidades— dijo, acercándose peligrosamente al rostro de Val.

Solo Mía: Riley x ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora