Solo Mía: Riley x Valentina

Capitulo 34: Torneo parte 2

Riley y Lynn se encontraban en la cafetería del hotel, disfrutando de un desayuno antes de que comenzaran las actividades del torneo. El aroma del café recién hecho y el sonido de la gente charlando llenaban el aire. Riley miraba a Lynn, notando la expresión de cansancio y algo más, una especie de inquietud en su amiga.

—Entonces, ¿cómo te fue anoche? —preguntó Riley, con una sonrisa cómplice, sabiendo que Lynn tenía algo en mente.

Lynn suspiró y jugó con su taza de café, mirando el líquido oscuro como si pudiera encontrar las palabras adecuadas en su interior.

—Fue... complicado —comenzó Lynn, finalmente levantando la mirada hacia Riley—Emily y yo terminamos compartiendo habitación.

Riley levantó una ceja, interesada.

—¿Y qué tal fue eso? —preguntó, animándola a continuar.

—Bueno, para empezar, estaba enojada contigo por obligarme a compartir habitación con ella —dijo Lynn, mirándola con una expresión de leve reproche— Pero luego, cuando estábamos desempacando, Emily intentó ser más cercana. Me sentí... extraña.

Riley asintió, esperando que Lynn continuara.

—Intenté mantenerme neutral, no parecer interesada en ella, pero... —Lynn se detuvo, buscando las palabras—. Emily es tan amable y dulce. Y su sonrisa... no puedo evitar sentirme atraída por ella. Anoche, en el autobús, cuando se quedó dormida en mi hombro, casi me vuelvo loca. Su perfume, su suavidad... fue demasiado.

Riley sonrió, entendiendo perfectamente los sentimientos de Lynn.

—Y luego, esta mañana, se despertó y sonrió como si nada —continuó Lynn—Me hizo sentir cosas que no quería sentir....

Riley observaba el bullicio a su alrededor cuando, de repente, notó algo que le llamó la atención. En una mesa cercana, el equipo de Val estaba conversando animadamente, y entre ellos, Clara se destacaba. Riley notó cómo Clara lanzaba miradas furtivas hacia Val, algo que encendió una chispa de molestia en su interior.

Lynn seguía hablando sobre sus sentimientos hacia Emily, pero Riley estaba distraída, sus ojos fijos en la mesa de Val. Cuando Clara se levantó y salió de la cafetería, Riley no pudo contenerse.

—Lynn, tengo que hacer algo. Vuelvo en un momento —dijo Riley, levantándose apresuradamente.

—¿Qué pasa? —preguntó Lynn, confundida por la repentina urgencia de su amiga.

—Es Clara. No puedo soportar cómo mira a Val. Necesito aclarar las cosas con ella —respondió Riley, su voz firme y decidida.

Lynn asintió, entendiendo la situación, y observó cómo Riley salía rápidamente de la cafetería.

Riley siguió a Clara por el pasillo del hotel, su corazón latiendo con fuerza. Finalmente, alcanzó a Clara en un rincón tranquilo cerca de las escaleras.

—Clara, espera —llamó Riley, su tono más fuerte de lo habitual.

Clara se detuvo y se volvió, una ceja levantada con curiosidad.

—¿Qué quieres, Riley? —preguntó Clara, cruzando los brazos.

—Necesitamos hablar —dijo Riley, acercándose—. Sobre Val.

Clara se rió un poco al escucharla, una sonrisa de diversión cruzando su rostro.

—¿Hablar de qué? —preguntó Clara, con tono sarcástico.

—Tú y Val no son nada, ¿sabes? Entonces mejor deja de lanzarle esas miradas coquetas constantemente —dijo Riley, su voz temblando ligeramente de frustración.