El día de la final del torneo llegó con una mezcla de emoción y nerviosismo en el aire. Las Fire-Hawks y el equipo de Val se preparaban para el partido más importante de sus vidas. Las gradas estaban llenas de espectadores, y el ambiente era eléctrico.
Lynn, Riley, Emily y el resto del equipo estaban en el vestuario, hablando algunos detalles antes de salir al hielo. La tensión era palpable, pero también lo era la determinación en sus ojos.
-Chicas -dijo Riley, tomando la palabra- Hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí. Este es nuestro momento. Pase lo que pase, salgamos ahí y demos lo mejor de nosotras.
Las Fire-Hawks asintieron, sintiendo la energía positiva de Riley. Lynn, a su lado, le dio un apretón de manos.
-Vamos a ganar esto, juntas -añadió Lynn con una sonrisa confiada.
El equipo salió al hielo, recibiendo una ovación ensordecedora de la multitud. Val, del equipo contrario, les lanzó una sonrisa desafiante, pero Riley sabía que detrás de esa mirada había respeto y amistad.
El partido comenzó con una intensidad impresionante. Ambos equipos jugaban con una fuerza y habilidad que demostraban por qué habían llegado a la final. Los primeros minutos estuvieron llenos de rápidos movimientos y jugadas estratégicas. Emily, aún recuperándose, jugaba con cautela pero sin perder su destreza.
Lynn, como siempre, era un torbellino en el hielo. Su velocidad y agilidad mantenían al equipo de Val en alerta constante. Riley, por su parte, jugaba con una determinación, usando su habilidad para crear oportunidades y defender su portería.
El primer gol del partido lo marcó el equipo de Val, desatando gritos de alegría entre sus seguidores. Pero las Fire-Hawks no se desanimaron. Sabían que podían remontar.
-¡Vamos, Fire-Hawks! -gritó Lynn, animando a su equipo mientras tomaban posiciones para el siguiente enfrentamiento.
Poco después, Lynn recibió un pase de Emily y, con una maniobra impresionante, esquivó a dos defensoras y lanzó el puck directamente a la portería, empatando el marcador. El estadio estalló en aplausos.
El partido continuó con una ferocidad inusitada. Cada equipo anotaba y defendía con todas sus fuerzas. Val y Riley se enfrentaban constantemente, cada una tratando de superarse a la otra. La tensión era palpable, pero también lo era la camaradería y el respeto entre ellas.
A medida que el tiempo avanzaba, el marcador seguía empatado. Con solo unos minutos restantes en el reloj, ambas aficiones estaban al borde de sus asientos. Las Fire-Hawks sabían que necesitaban una última jugada para asegurar la victoria.
Riley recibió el puck en el centro del campo y comenzó a avanzar, esquivando a las jugadoras del equipo contrario con una agilidad impresionante. Lynn, a su lado, la seguía de cerca, lista para cualquier pase.
-¡Riley, aquí! -gritó Lynn, esperando el pase.
Pero en lugar de pasar, Riley vio una oportunidad y tomó la decisión en una fracción de segundo. Con un movimiento rápido, esquivó a Val y lanzó el puck con toda su fuerza hacia la portería. El tiempo pareció detenerse mientras el puck volaba por el aire.
El estadio enmudeció por un segundo eterno. Y luego, el puck cruzó la línea de gol.
¡GOL!
Las Fire-Hawks estallaron en júbilo, abrazándose y gritando de alegría. Habían ganado la final. Riley, con lágrimas en los ojos, fue levantada en hombros por sus compañeras de equipo.
Lynn se acercó a Val, extendiendo la mano.
-Buen partido -dijo Lynn, con una sonrisa sincera.
Val aceptó la mano y sonrió de vuelta.
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Solo Mía: Riley x Valentina
FanfictionRiley, una joven tímida y reservada, se une al equipo de hockey de las Fire-Hawks donde conoce a Valentina Ortiz, conocida como Val, la carismática y manipuladora capitana del equipo. Val desarrolla una obsesión por Riley, deseando poseerla completa...