Solo Mía: Riley x Valentina

Capitulo 18: Una discusión

Con el pasar de los entrenamientos, la tensión en el equipo de las Fire-Hawks se volvía palpable, especialmente para Val. Cada día veía cómo la relación entre Riley y Lynn se fortalecía, sus risas y complicidad se hacían más evidentes, y eso la llenaba de una mezcla de celos y frustración. A pesar de los intentos de Riley por tranquilizarla, Val no podía evitar sentirse desplazada y preocupada por la influencia de Lynn sobre su novia.

Un día, después de un intenso entrenamiento, mientras el equipo se dirigía al vestuario para cambiarse, Val decidió que ya no podía soportarlo más. Necesitaba enfrentar a Lynn y dejar claras las cosas. Cuando todas las demás chicas se habían cambiado y se disponían a marcharse, Val le dijo a Riley que la alcanzaría más tarde, indicándole que se fuera adelante.

Riley, aunque confundida, asintió y salió del vestuario, dejando a Val y Lynn solas. La atmósfera se cargó de tensión en cuanto se quedaron a solas. Lynn, que estaba guardando sus cosas en su bolsa de deporte, levantó la vista y vio a Val acercándose, su expresión era una mezcla de determinación y enfado.

—¿Tengo algo en la cara o qué?— preguntó Lynn, arqueando una ceja con un aire de burla, mientras continuaba con lo suyo.

Val se detuvo justo frente a ella, sus ojos brillando con una furia contenida. —Quiero que te alejes de Riley— dijo, su voz firme y autoritaria.

Lynn se detuvo por un momento, su expresión se volvió seria mientras se enderezaba y miraba a Val a los ojos, sin mostrar un ápice de miedo. —¿Qué dijiste?— preguntó, su tono reflejando incredulidad.

—Lo que escuchaste— replicó Val, cruzándose de brazos. —No quiero que estés tan 'amigable' con ella. Mantén tu distancia.

Lynn suspiró, sin apartar la mirada de Val. —¿Y por qué tendría que hacer eso?— preguntó con una leve sonrisa en los labios. —Riley y yo somos amigas. No pienso alejarme de ella.

Las palabras de Lynn encendieron la ira de Val aún más. Cerró su puño con fuerza, tratando de contenerse. —No entiendes. No quiero que estés cerca de ella. No sabes lo que es mejor para Riley.

Lynn, manteniéndose tranquila, dio un paso hacia Val, desafiándola con su mirada. —Qué mal— dijo en un tono sarcástico. —Porque no pienso alejarme de Riley. Me importa mucho y creo que tú eres la que no sabe lo que es mejor para ella.

Las palabras de Lynn fueron como una bofetada para Val. La furia se apoderó de ella, y sin pensarlo dos veces, levantó su puño, lista para golpear a Lynn. Pero antes de que pudiera hacerlo, Lynn reaccionó rápidamente y detuvo el puño de Val con su mano, apretándolo con firmeza.

—Ortiz, siempre tan impulsiva— dijo Lynn, riendo suavemente. —¿Quieres que te recuerde la última vez que intentaste pelear conmigo?"

Val sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras los recuerdos de su última pelea con Lynn inundaban su mente. Había sido una confrontación feroz, una batalla de orgullo y fuerza que había terminado con ambas heridas, pero con Lynn saliendo victoriosa.

La humillación y la rabia de ese momento habían dejado una cicatriz profunda en Val, una que no había sanado por completo.

Mientras Val levantaba su puño, llena de ira y frustración, Lynn la miró con una mezcla de burla y desafío. —¿De verdad quieres volver a pasar por eso?— preguntó, su tono calmado pero cortante. —Porque no tengo miedo de pelear contigo otra vez, pero sería una lástima tener que dejar a la novia de Riley en el hospital—la suelta.

Esas palabras hicieron que la sangre de Val herviera aún más. Su puño temblaba con la necesidad de golpear, de descargar su furia. Pero antes de que pudiera hacer algo, Lynn, con un movimiento rápido y seguro, tomó su muñeca de nuevo y la detuvo, mirándola fijamente a los ojos.