Capitulo 11: La Chispa Perdida

12.5K 832 278
                                    

Semanas después

La relación entre Riley y Val había experimentado una transformación significativa. Val, quien solía ser posesiva y dominante, había comenzado a mostrar una faceta más comprensiva y relajada. Aunque seguía siendo cariñosa y atenta, la intensidad de su control sobre Riley se había desvanecido. Para Riley, este cambio era extraño y desconcertante. Había estado acostumbrada a una Val que, aunque a veces sofocante, mostraba un interés feroz y exclusivo en ella.

Riley trataba de adaptarse a la nueva dinámica, pero se sentía cada vez más incómoda con la falta de celos y posesividad que solían caracterizar a Val. Una tarde, mientras tomaban café en una pequeña cafetería cerca de la escuela, Riley intentó provocar una reacción en Val mencionando a un compañero de clase con quien planeaba estudiar.

—Mañana voy a estudiar con Alex en la biblioteca —dijo Riley casualmente, observando la expresión de Val por el rabillo del ojo.

Val sonrió y asintió, sin mostrar ningún signo de incomodidad.

—Eso suena bien. Espero que te vaya bien con el estudio —respondió con una serenidad que desconcertó a Riley.

La joven rubia frunció el ceño, tratando de entender la falta de reacción de Val. En el pasado, una simple mención de pasar tiempo con otra persona habría desencadenado una ola de celos y posesividad en Val. Pero ahora, parecía como si Val no tuviera ningún problema con que Riley saliera con otros, lo cual, en lugar de tranquilizarla, la hacía sentirse inquieta.

Riley decidió llevar la conversación un paso más allá, esperando obtener alguna reacción.

—Alex es muy simpático —continuó—, y me ha invitado a salir el próximo fin de semana. ¿No te importa que salga con él?

Val levantó la vista de su café y miró a Riley con una expresión tranquila y comprensiva.

—Riley, confío en ti. Sé que puedes manejarte bien en cualquier situación. Además, todos necesitamos amigos y tiempo para socializar —dijo con una sonrisa que, para Riley, parecía más como la sonrisa de una amiga que la de una pareja celosa.

Riley no sabía cómo responder a eso. Se sentía como si una parte vital de su relación con Val se hubiera perdido. La intensidad, la pasión, la sensación de ser deseada exclusivamente por alguien, todo eso parecía haberse desvanecido. Y aunque sabía que el cambio era en muchos aspectos positivo, no podía evitar sentir un vacío creciente en su pecho.

Esa sensación la acompañó durante días, como una sombra que no podía sacudirse. Sus pensamientos la perseguían incluso en la biblioteca, donde trataba de concentrarse en sus estudios. Sin embargo, en lugar de resolver problemas de matemáticas o escribir su ensayo de historia, Riley se encontró con la cabeza apoyada en la mesa, dándose leves golpes en un intento frustrado de encontrar una solución a sus inquietudes.

—¡Vamos, cerebro! —murmuró, dándose otro pequeño golpe en la frente—. Tiene que haber una forma de hacer que vuelva a ser la Val de antes.

Casey, que estaba sentado a su lado revisando un libro de biología, no pudo evitar notar el espectáculo que estaba armando su amiga. Con una sonrisa burlona y los ojos llenos de diversión, se inclinó hacia ella y habló en un tono que solo Riley podría oír.

—Riley Andersen, acabada a los 15. Qué triste —dijo, su voz goteando sarcasmo.

Riley levantó la cabeza y lo miró con una mezcla de frustración y molestia.

—¡Cállate, Casey! —exclamó, dándole un golpe en el brazo—. No es gracioso.

Casey se echó a reír, frotándose el brazo donde Riley lo había golpeado. A pesar de la broma, en el fondo le preocupaba ver a su amiga tan desesperada.

Solo Mía: Riley x ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora