Capitulo 29: Hormonal

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El sol brillaba intensamente en el cielo despejado, un perfecto contraste con la emoción y la tensión del torneo que acababa de concluir. Las Fire-Hawks, habían jugado de manera espectacular, ganando un torneo muy importante. Esta victoria no solo les dio un trofeo y reconocimiento, sino también la oportunidad de participar en un torneo de mayor nivel, donde se enfrentarían a equipos de élite, incluyendo probablemente al equipo de Val.

Riley, aún con la euforia de la victoria, decidió compartir la noticia con Val. Habían quedado de verse en el parque, un lugar tranquilo donde podían relajarse y disfrutar del tiempo juntas. Riley llegó al parque y, al ver a Val jugando con un pequeño gato que merodeaba por allí, sintió una oleada de amor y orgullo.

—¡Val! —llamó Riley, caminando hacia ella con una gran sonrisa.

Val levantó la vista, su expresión iluminándose al ver a Riley. Dejó al gato a un lado y se puso de pie para abrazarla.

—¡Riley! ¿Cómo les fue? —preguntó Val, su entusiasmo evidente.

Riley la abrazó con fuerza, sintiendo el calor y la familiaridad de Val.

—¡Ganamos! —exclamó Riley, su voz llena de emoción.

Val la apartó un poco para mirarla a los ojos, su sonrisa ensanchándose.

—¡Sabía que lo harías! Estoy tan orgullosa de ti, Riley.

Riley sonrió, sintiendo su corazón hincharse de alegría.

—Gracias, Val. Pero eso no es todo. Ganar este torneo nos da la oportunidad de participar en otro torneo, uno con equipos de más alto nivel.

Val arqueó una ceja, intrigada.

—¿De verdad? Eso suena increíble. ¿Y qué más?

Riley respiró hondo, sabiendo que lo que iba a decir a continuación sería un desafío para ambas.

—Eso significa que probablemente nos enfrentemos a tu equipo.

Val la miró con sorpresa, procesando la información. Luego, una sonrisa traviesa apareció en su rostro.

—¿Así que te tocará enfrentarte a mí? Eso será interesante.

Riley asintió, su mirada firme.

—Sí, lo será. Pero también será difícil. 

Val tomó la mano de Riley y la guió hacia el banco del parque, donde se sentaron juntas, mirando al gato que jugaba cerca.

—Tranquila, vamos a dar nuestro mejor esfuerzo en el campo. Y pase lo que pase, celebraremos juntos después —dijo Val, su voz llena de confianza.

Riley asintió, sintiendo una nueva oleada de determinación.

—Sí, lo haremos. Y quién sabe, tal vez un día tengamos un gato propio para jugar como este —dijo, mirando al pequeño gato que continuaba correteando por el parque.

Val rió suavemente, apretando la mano de Riley.

—Definitivamente. Por ahora, celebremos tu victoria y preparemos el próximo desafío. Estoy ansiosa por enfrentarte en el campo, Riley.

Riley se inclinó y besó a Val suavemente, agradecida por su apoyo y amor.

—Yo también, Val. Yo también.

Riley se agachó y comenzó a jugar con el gato, acariciándolo y dejándolo correr alrededor de ella. Sus risas llenaban el aire, y su alegría era contagiosa. A pesar de tener 16 años, había algo en Riley que mantenía esa esencia infantil, tierna y pura. Val la observaba, una sonrisa de cariño y admiración en su rostro.

Solo Mía: Riley x ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora