Capitulo 30: Riesgos

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Val la empujó suavemente hacia la cama, acostándola con cuidado. Sus manos empezaron a explorar, acariciando y provocando, mientras sus labios no dejaban de besar cada centímetro de piel que encontraban.

—Mi niña quiere jugar no?—dijo Val, su voz ronca de deseo mientras bajaba lentamente, besando el cuello, el hombro y más abajo.

Riley soltó un suspiro de placer, sus manos aferrándose a las sábanas mientras sentía el cuerpo de Val contra el suyo. Aunque trataba de resistirse, sabía que no podía negar el deseo que sentía por Val.

—Val, por favor... —suspiró Riley, su voz apenas audible.

Val sonrió, sabiendo que había ganado la batalla. Continuó su exploración, sus manos y labios trabajando en perfecta sincronía para llevar a Riley al borde del placer. Con cada caricia y beso, sentía cómo Riley se estremecía bajo su toque, sus gemidos suaves llenando la habitación.

Val se inclinó hacia Riley, capturando sus labios en un beso profundo y apasionado. Sus lenguas se encontraron en una danza lenta y sensual, explorándose mutuamente con una intensidad que hacía que ambas perdieran la noción del tiempo. Val deslizó sus manos por la cintura de Riley, acariciándola suavemente mientras intensificaba el beso, profundizando el contacto hasta que se transformó en un beso francés, lleno de deseo y amor.

Finalmente, Val se separó ligeramente, solo para morder suavemente el labio inferior de Riley, tirando de él con delicadeza. Riley jadeó, su respiración acelerada y su cuerpo temblando por el placer y la anticipación. Sus ojos se encontraron con los de Val, llenos de deseo y amor.

Val mordió suavemente el cuello de Riley, provocando un gemido que resonó en la habitación. Cada caricia, cada beso, era una declaración silenciosa de amor y deseo, un recordatorio de lo que compartían y de lo que eran la una para la otra.

Val sonrió ante la rendición de Riley, su cuerpo estremeciéndose con cada beso y caricia. Continuó besando el cuello de Riley, bajando lentamente mientras sus manos exploraban la suave piel de su novia. Riley se aferraba a ella con fuerza, sus manos agarrando los hombros de Val mientras sus gemidos llenaban la habitación.

—Eres tan sensible —murmuró Val con una sonrisa traviesa, provocando que Riley soltara un suspiro de frustración.

—Cállate —respondió Riley, algo molesta, pero con una chispa de deseo en sus ojos.

Val rió suavemente, deteniéndose un momento para mirarla.

—Pero veo que me deseas mucho —dijo Val, notando cómo las piernas de Riley la rodeaban, impidiendo que se separara.

Riley, en respuesta, la besó intensamente, sus labios encontrando los de Val con urgencia y pasión. Mientras se besaban, Riley comenzó a quitarle la camisa a Val lentamente, sus dedos deslizándose por la tela con una mezcla de deseo y determinación.

Val levantó los brazos, ayudando a Riley a deshacerse de la camisa. La prenda cayó al suelo, olvidada, mientras Val volvía a capturar los labios de Riley en un beso profundo. Sus cuerpos se presionaban el uno contra el otro, creando una fricción que solo aumentaba el deseo entre ellas.

—Riley... —murmuró Val contra sus labios, sus manos explorando la piel expuesta de Riley—. 

Riley sonrió contra los labios de Val, sus manos acariciando suavemente la espalda de Val mientras sus labios se movían con fervor. La pasión entre ellas era palpable, un fuego que no podía ser contenido.

Val bajó sus labios nuevamente al cuello de Riley, besando y mordisqueando suavemente mientras Riley se arqueaba bajo su toque, sus gemidos volviéndose más fuertes. Cada beso, cada caricia, era una declaración de amor y deseo, un recordatorio de la conexión profunda que compartían.

Solo Mía: Riley x ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora