Solo Mía: Riley x Valentina

Capitulo 35: Torneo parte 3

Emily, viendo la lucha interna de Lynn, decidió jugar un poco más con la situación. Pasó una mano suavemente por el brazo de Lynn, acariciando su piel con la punta de los dedos, dejando una sensación de hormigueo a su paso. Luego, se inclinó nuevamente, esta vez besando suavemente el lóbulo de la oreja de Lynn, susurrándole.

—¿Qué estás esperando, Lynn?

El aliento cálido de Emily y su voz susurrante hicieron que Lynn se estremeciera. Sentía cada fibra de su ser arder con un deseo creciente. Lynn se quedó allí, completamente estática, sintiendo el calor de Emily y la tensión en el aire. Sus pensamientos estaban en un torbellino, luchando entre lo que quería hacer y lo que pensaba que debía hacer.

Finalmente, tomó una decisión. Se inclinó hacia Emily, cerrando los ojos, y dejó que sus labios se encontraran en un beso suave y lleno de sentimientos reprimidos. Emily respondió al instante, profundizando el beso.

El beso se volvió más intenso, las dos queriendo sentir más a la otra. Emily se aferró a la espalda de Lynn, acercándola aún más, mientras sus labios se movían con urgencia y pasión. Lynn, sintiendo la intensidad del momento, la acostó suavemente en la cama. Una mano de Lynn se deslizó por el cabello de Emily, mientras la otra se apoyaba firmemente en su cintura, atrayéndola más cerca.

Emily respondió con igual intensidad, sus manos recorriendo la espalda de Lynn, sintiendo cada músculo tenso bajo sus dedos. Sus cuerpos se entrelazaron, moviéndose en un ritmo sincronizado, cada beso y caricia profundizando su conexión. Los susurros de Emily, mezclados con los suaves jadeos de Lynn, llenaban el aire, creando una atmósfera cargada de deseo y emoción.

—Lynn... —murmuró Emily entre besos, sus ojos brillando con un fuego interno.

Lynn respondió solo con un susurro, sus labios volviendo a encontrarse con los de Emily, explorando y descubriendo cada rincón de su boca. La cercanía, la calidez, y la intensidad del momento eran casi abrumadoras, pero de la mejor manera posible.

La mano de Lynn en la cintura de Emily se movió ligeramente, acariciando su piel a través de la tela de su camiseta, provocando suaves suspiros de parte de Emily. Se miraron a los ojos, sus respiraciones pesadas y sus corazones latiendo al unísono, sintiendo la profundidad de lo que compartían.

—No quiero que esto termine —susurró Emily, su voz temblando ligeramente por la emoción.

—No terminará —respondió Lynn, con determinación en su voz, inclinándose para besarla de nuevo, esta vez con más suavidad pero igual pasión.

El deseo de ambas se notaba, sobre todo en Lynn, que finalmente estaba liberando sus emociones. Mientras sus labios se encontraban de nuevo, Lynn mordió ligeramente el labio inferior de Emily, provocando un suave suspiro de parte de ella. Luego, sus lenguas comenzaron a jugar, explorándose mutuamente, intensificando el momento.

Las manos de Lynn se movieron con mayor confianza, acariciando la espalda de Emily. Mientas Emily, por su parte, no se quedó atrás, sus manos recorriendo el cabello y el cuello de Lynn, acercándola más, queriendo sentir cada parte de su ser.

Lynn podía sentir la suavidad de la piel de Emily bajo sus manos, y cada caricia era como una chispa que encendía un fuego dentro de ella. Sus labios no se separaban, y cada beso era una mezcla de dulzura y pasión. Emily correspondía con igual fervor, sus manos temblando ligeramente por la intensidad del momento.

—Eres tan hermosa —susurró Lynn entre besos, sin poder contener sus sentimientos.

Emily sonrió contra sus labios, sus ojos brillando con emoción.

—Y tú eres increíble, Lynn. Nunca pensé que me sentiría así.

El juego de sus lenguas se volvió más apasionado, explorando y descubriendo cada rincón de la boca de la otra. Lynn se sentía como si estuviera en un sueño, uno del que no quería despertar. El sabor de Emily, su calidez, todo era perfecto.