Capítulo XXII

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XXII-AMBOS QUERÍAMOS DESTRUIR A ALGUIEN

—Es mañana, parece que todos quieren hacerle una sorpresa aquí en el Internacional Gates porque Fray tuvo la idea, pero dudo mucho que él no lo sepa. Es decir, es quien mira todas las cámaras de vigilancia. Además, sería totalmente imposible que tengamos acceso esta tarde para el día siguiente.

¿Quién iba a decir que yo, Dorian Freemam, me encontraría hablando con Ludovico en la cafetería del instituto a la segunda hora de clases? Nadie, claro que nadie, porque teníamos encima la mirada confundida y asombrada de algunos alumnos, pero sobre todo la de Hyde.

Hyde y Casel habían intentado acercarse a mí durante toda la mañana, no sé para qué exactamente, pero hice mi mayor esfuerzo por esquivarlas.

Hyde estaba maniática y Casel solo quería una cosa.

La razón por la que habían alumnos sueltos a esa hora de clases, era porque se dictaba natación, y ya había explicado eso: solo asisten a las clases los que van a competir para las nacionales. Por eso la mayoría de los conocidos estaban ahí perdiendo el tiempo para que llegara la tercera hora, a excepción de Siana, Allen y Prey.

Siana y Allen, ni idea de qué estaban haciendo, y Prey era uno de los que concursaba con otros alumnos para saber quién presentará al International Gates Uno (que era donde nosotros estudiábamos, y raro, ¿no? Ese era el International Gates principal y era el más pequeño). Es decir, que si Prey ganaba, debía competir contra los otros colegios International Gates para al final elegir quién representará al colegio en general para competir contra los demás institutos del país.

Al principio no entendía bien a Siana cuando dijo “¿Sabes por qué esto se llama International Gates? Porque hay un colegio de éste en cada capital del país, y uno extra en tres países distintos”. Era Internacional solo porque había tres extras fuera del país, no porque hubiese uno en cada capital del país.

Pero el punto era que Prey tenía que competir también contra los mejores de esos tres colegios que estaban fuera del país para elegir al nadador principal del International Gates.

Ludovico me lo había explicado todo, y la verdad fue que lo entendí mejor a él que a Siana.

Solo pude opinar: pobre de Prey, tiene mucho a que enfrentarse. Pero todo mundo está confiándose de él, porque no era ni la primera ni la segunda vez que ganaba, además, esas dos veces que ganó contra cada colegio International Gates, también ganó contra todos los institutos del país, trayendo así dos medallas al colegio como el ganador de natación de educación media del país.

Pero ya, no quería seguir pensando en Prey porque eso era rarísimo. Aunque debo también pensar que seguramente es el orgullo de su familia y también del colegio.

Estábamos ya a principios de marzo, y el director Freyen Gates estaba de cumpleaños al día siguiente. ¿Será por eso que Allen ha estado evitándome, porque está ocupada?

Repetí en mi cabeza por vez número dos mil un recuerdo de una conversación que tuve de niño con mi papá:

—¿Puedes jugar conmigo? —le preguntó un Dorian de seis años con una pelota de tenis en una mano y dos raquetas en otra, a un hombre que estaba revisando su computador.

—Estoy ocupado —respondió aquel hombre su coro de todos los días.

—Siempre dices lo mismo.

Entonces él lo soltaba tan cínicamente y sin tabúes:

—Dorian, aprende. Nadie nunca está tan ocupado, simplemente que no eres su prioridad.

DORIAN© [Haunting I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora