INCERTIDUMBRE

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PUNTO DE VISTA DE ETHAN.

«April está hospitalizada» se repetía en mi mente una y otra y otra vez... El pulso me tembló y el corazón se me desbocó queriendo estar con ella.

—¿Está todo bien, Ethan?—indagó Even a mi lado, colocando una mano sobre mi hombro.

—No... no lo está. Debo salir de aquí...

—Espera, espera.—intentó evitar que me pusiera de pie frente a todos en la sala de juntas.—Ethan, estamos en medio de algo importante... Hey...

—Tengo una emergencia familiar que requiere toda mi atención. Debo irme ahora mismo.—informé a los presentes mientras se miraban unos a otros, no esperé la respuesta de nadie y salí de la sala de juntas aun con Even llamándome detrás.

—¡Ethan, espera!—me volteé hacía él y lo tomé del cuello poniéndolo contra una pared con la desesperación y frustración carcomiéndome la mente.

—¡No hay nada más importante que April! ¿Lo entiendes?—rugí mientras él levantó sus manos en señal de rendición.

—¡Lo entiendo, lo entiendo!.—asumió sin poner resistencia.—Estoy de tu lado, hermano... ¿Qué ocurre?—lo solté con las miradas de alrededor sobre ambos. Me sentía desorientado, pasé la mano por mi cabello intentando llenar mis pulmones de aire.

—Tengo que volver, Even. April está en el hospital. Te quedas a cargo de la reunión.—fue lo último que dije antes de salir de allí vía al aeropuerto.

La sensación de ser incapaz de protegerla me laceraba como un pensamiento intrusivo que me abandonaba a mi suerte. La noche anterior había sido tan plena y en la mañana la había dejado perfectamente o eso creía, de haberme dicho que no se sentía bien, no la habría dejado sola... Nathan impactó en mi mente como un relámpago; no estaba seguro si Susan iría por él al colegio o April había acordado alguna otra cosa. Tomé nuevamente el teléfono estando a punto de abordar el jet.

—Eugene. ¿Cómo está April? ¿Has hablado con el doctor que la está atendiendo?

—Continuo esperando a que me den información acerca de su estado. Cuenta con que te lo haré saber apenas me digan algo.—aseguró con cautela.

—Necesito que ubiques a Susan y te encargues de Nathan, llévalo con Jeannette y ni una palabra sobre April.

—Bill ya está con ellos, le daré tus indicaciones.—eficacia, sería la palabra para describir a Eugene. Era indispensable sin duda.

—Bien, estaré allí en un par de horas.

El viaje de vuelta fue una tortura. Estaba al tanto de que April había sufrido asma durante su niñez pero que le diera un ataque ahora sin aparente motivo, no tenía ningún sentido. Eugene mencionó que había estado actuando "extraño" ¿A qué mierdas se refería con eso? Se suponía que pasarían la mañana armando cajas de mudanza... ¿Cómo es que ahora estaba en el hospital luchando por respirar?

Las horas se hicieron pesadas pero cuando al fin estuve frente a las puertas del hospital no sentí alivio alguno al contrario la respiración comenzó a fallarme a mi, el ambiente estéril con un leve olor a cloro me aturdía los sentidos, pude ver en la sala de espera a Eugene con el rostro desencajado mientras hablaba con un doctor, este intentó disimular su preocupación cuando su mirada se encontró con la mía.

—¿Dónde la tienen? ¿Cómo está?—inquirí hablándole directamente al doctor.

—¿Disculpe usted es..?

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora