Capítulo 21: Palabras bonitas

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—¿Duele?

Jungkook niega de inmediato.

—Entonces, te mantendrás aquí durante unos minutos —agrega la enfermera—. El fisioterapeuta estará vigilando. No te muevas, por favor.

—No lo hará —interviene Taehyung, esbozando una amable sonrisa—. Gracias.

El pelinegro suspira cuando la mujer se retira y finalmente los deja a solas. Taehyung posa su mano en el cabello del chico y lo revuelve un poco, para decir:

—Buen trabajo.

—Gracias, te hice polvo en las sentadillas —replica Jungkook.

Taehyung alza sus cejas, posicionando sus manos en las caderas. Jungkook esboza una sonrisa al verlo tan ofendido.

—Lo siento, pero te recuerdo que estás hablando con un tenista profesional.

Jungkook cierra los ojos, completamente cansado por el trabajo realizado por los profesionales y todas las veces que el traumatólogo lo hizo repetir ejercicios tan solo para captar el movimiento de su rótula.

—Estoy cansado —susurra.

Taehyung esboza una triste sonrisa, orgulloso de la buena disposición de Jungkook para realizar los ejercicios y también por su valentía, porque podía ver su expresión de dolor al realizar alguno de estos.

—Lo sé.

El chico estira su brazo, para después pásalo tras la cadera de Taehyung y acercarlo con fuerza. El contrario traga con fuerza ante el tacto exigente de Jungkook y se deja llevar, sin interesarle demasiado en lo extraño que se siente.

—¿Qué...

La pregunta queda en el aire cuando comprende la intención de Jungkook al acercarlo, por lo que rápidamente lleva su mano a la cabeza del chico, que se encuentra apoyada en su abdomen. Revuelve el cabello lacio y cierra los ojos, mientras todo su organismo se altera. ¿Cómo puede ignorar todo en su interior cuando Jungkook hace esas cosas?

¿Cómo puede ignorar el hecho de que Jungkook es como un gatito callejero que recién comienza a conocer a su nueva familia?

—¿Podemos comer un helado? —pregunta Jungkook.

—Mañana tengo partido —replica Taehyung.

Jungkook suspira con pesar.

—Entonces, ¿me compras un helado?


[...]


Camina por la calle principal de la ciudad, mientras sostienen con fuerza sus helados en la mano. Taehyung baila un poco, dejándose llevar por el ritmo del saxofón y haciendo reír a Jungkook.

El tenista rápidamente vuelve hasta el chico, para tomar su mano libre y exigir que dé una vuelta. Jungkook se resiste al principio, excusándose del helado en su mano y también mostrando un semblante serio. Sólo que Taehyung esboza una de esas sonrisas, y cae como hormiga al azúcar.

Da una vuelta, un poco insípida para los ojos de Taehyung. Pero después es él quien toma la mano del chico, y lo hace dar una vuelta, haciéndolo reír con timidez. Y esa es la mejor parte de sus terapias. El hecho de que sabe que toda la frustración y pesimismo será lanzado al tacho de la basura con sólo una sonrisa de Taehyung.

—Bailas pésimo —murmura el pelirrubio.

—Los únicos talentos que el de arriba decidió darme fue el tenis y tocar las pelotas con mis comentarios —replica Jungkook.

Match point | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora