Match point | JJK & KTH

Capítulo 20: El desquite de Hoseok

El ruido de la televisión no le permite concentrarse para redactar su ensayo de la semana. Rueda sus ojos con irritación cuando escucha la risa de su padre resonar por el apartamento, rompiendo completamente la armonía de este. Murmura una grosería al levantarse de su silla de escritorio, y camina con el peor de los ánimos hasta la sala de estar. Frunce el ceño de la molestia que le causa ver a su padre nuevamente en el sofá de su hogar. Por lo tanto, para demostrar su molestia por quinta vez en el día, se mueve hasta el costado de la televisión y la desenchufa del tomacorriente, para después sacar el cable que conecta el dispositivo con la corriente eléctrica y guardarlo en su bolsillo.

—Me molestas en la madrugada llegando ebrio. Me molestas en la mañana con tu lloriqueo patético. Y ahora me molestas con la maldita televisión. ¡¿Cuándo dejarás de molestarme?! —exclama Jungkook con dureza en su voz.

Juyeon sostiene su mirada en su hijo mayor.

—Eres cruel —susurra el hombre—. Soy tu padre.

Jungkook esboza una sonrisa sardónica.

—Y vaya error más grande fue —masculla con un oscuro tono de voz—. Una verdadera desgracia.

—¡Gracias a mi estás vivo! —exclama Juyeon, totalmente fuera de sí—. ¡Yo te di y te salvé la vida!

—Ninguna de las dos te agradezco —replica Jungkook—. Y no me vuelvas a alzar la voz, sino tendrás que irte a dormir a la puta calle.

Vuelve a su habitación con una ira recorriendo sus venas y el cable de la televisión en su bolsillo. Cierra la puerta con fuerza, haciendo retumbar está en el mismo segundo que se escucha algo quebrarse en la sala de estar. Suena como alguna decoración de su madre, y quien tendrá que pagar los platos rotos definitivamente no será él, sino que el maldito imbécil que no engendró.

Vuelve a su silla de escritorio, pero rápidamente se levanta de esta, para tomar su móvil cuando lo escucha vibrar. Se lanza de estómago a la cama, encendiendo la pantalla mientras balancea sus piernas en el aire. Esboza una suave sonrisa, sintiendo todo el odio por su padre disiparse en dos segundos al leer el mensaje de Taehyung.

Taehyung 22:40

¿Qué tal unos helados?

Jungkook 22:40

¿Sigues en la cancha?

Taehyung 22:41

De hecho, estoy afuera de tu condominio, sentado en la acera.

Jungkook 22:41

Mi padre prontamente se irá a dormir contigo ahí.

Bajaré.

Sale de su habitación con apuro, dándole una corta mirada a su padre, quien continúa recogiendo los pedazos del florero favorito de su madre. Alza sus cejas al reparar en el desastre y en lo mucho que su madre se enfadaría, y está seguro que él no sería el encargado de lanzarlo a la calle.

Saca las llaves de la encimera y camina para tomar su cortavientos favorita. Abre la puerta de entrada con apuro, sin siquiera frenar cuando su padre pregunta:

—¿A dónde vas?

Jungkook cierra la puerta tras su espalda, pero igualmente responde:

—¡A lanzarme a las vías del tren!

Corre hasta el ascensor, para presionar insistentemente el botón del primer piso. Agita la pierna con ansiedad, porque ha extrañado todo el día burlarse de Taehyung por cualquier cosa.