Capítulo 37: Consigue el tuyo

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La vuelta a casa es con una mezcla de emociones, por la victoria de Taehyung y por la sospecha de la lesión de Jungkook. Suspiran cuando el tren de alta velocidad llega a la estación de su ciudad, después de dos horas y media de viaje. Se observan unos segundo entre ellos, felices y tristes a la vez.

—Te amo —murmura Taehyung. 

Jungkook esboza una suave sonrisa.

—Yo también —replica Jungkook.

Caminan por el andén en busca de Suyeon, quien es la encargada de ir a recogerlos. Mantiene sus manos unidas para no perderse del contrario por la gran cantidad de gente que camina por la estación.

—¿Te dijo el lugar donde nos esperaría? —pregunta Jungkook.

Taehyung baja la mirada a su móvil para leer los últimos mensajes de su madre y, al reparar que se encuentra en el lugar que ella se encuentra, alza su mirada para dar una vuelta buscándola. Y, cuando la encuentra, su corazón se arruga, porque también Minho está con ella, sosteniendo un ramo de rosas rojas.

Le da su maleta a Jungkook para correr hasta su familia y rodearlos con sus brazos. Minho se queja unos segundos por el apretado abrazo de Taehyung, pero igualmente se acurruca en su hermano mayor.

—¡Te extrañamos tanto! —lloriquea Suyeon—. Dios, nos haces tanta falta cuando no estás en casa. Se siente vacío sin el sonido de tu piano.

Jungkook apoya su mano en la espalda baja de Taehyung, dejándole saber en cierta forma que ya se encuentra a su costado. Esboza una sonrisa cuando su novio deja un beso en la frente de su madre y hermano, para después voltear y también dejar un beso en su frente.

—Vamos —dice después el pelirrubio—. Tengo una hija que ir a ver.

Camino a casa, Suyeon se dedica a preguntar todo y cada uno de los detalles de lo sucedido a Jungkook, porque sabe él fue quien pudo ver a Taehyung competir todos los días. De hecho, es él quien toma asiento en el asiento del copiloto del automóvil de la mujer.

—Fue muy bueno —replica Jungkook, igual de poco comunicativo que siempre—. Taehyung estuvo muy bien.

No sabe muy bien qué contar aparte de las competencias, porque no puede decirle a su suegra que su hijo es muy bueno en el trabajo manual, tanto con la raqueta y con otras cosas más sexuales.

—Destrozó a Woojin —continúa el pelinegro—, e incluso a él le dio pena haberlo humillado sin querer. Y, con Seojun, creo que no me quedaban uñas por morder. El último tie-break estaba mareado se la tensión. Estoy seguro que los espectadores estábamos más nerviosos que los jugadores.

Minho se arrodilla en el asiento trasero para lanzarse sobre su hermano y jalar su cabello de la emoción que recorre su cuerpo de estar con él nuevamente, y porque es el finalista del torneo.

—¡Minho, tu cinturón! —exclama Suyeon.

Antes de tomar la ruta a la casa de los Kim, Taehyung le pregunta a Jungkook si quiere que lo dejen en su hogar, pero el chico niega de inmediato. Su padre se encuentra en casa de sus abuelos y su madre trabajando, por lo que, llegar a su apartamento, es encontrarse con una soledad abrumadora después de pasar dos semanas acompañado por la calidez de Taehyung.

Llegan a la casa en menos tiempo del estipulado, gracias a Minho, quien los nervios generaban problemas en su tracto digestivo y, con toda la vergüenza del mundo por la presencia de Jungkook, le tuvo que pedir a su madre un poco más de apuro, porque si no es en su baño, no puede evacuar.

Taehyung baja del automóvil carcajeándose al ver a su hermano correr al interior de la casa con una mano en su trasero, mientras que Jungkook es el encargado de bajar las maletas.

Match point | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora