Match point | JJK & KTH

Capítulo 7: Después de la victoria

Jihyun grita de frustración cuando Taehyung consigue el set con los seis juegos ganados. Durante el descanso, el rubio se acerca a sus entrenadores, quienes se acaban de conocer hace menos de una hora. Namjoon le da unas palmaditas de felicitaciones mientras que Jungkook toma asiento a su costado, para comentar puntos débiles del contrincante.

Taehyung asiente con la cabeza mientras sostiene su mirada con concentración en el pelinegro, quien demuestra mucha pasión a la hora de explicar las mejores formas de atacar a Jihyun.

—Es un imbécil, Taehyung —masculla Jungkook—. Deberías refregar en su cara el hecho de que eres muchísimo mejor que él. ¿Viste la forma que se burló porque te ganó un juego?

—No hago eso —murmura el tenista, mientras seca la transpiración de su cuello con una toalla de mano.

Se da la señal para comenzar el nuevo set y Jungkook gruñe de la irritación que le causa ver como el contrincante se burla explícitamente de Taehyung. Namjoon le da un golpe al trasero del tenista cuando este da media vuelta, preparándose para un segundo set.

—¡Si no lo destruyes, yo te destruiré! —exclama Jungkook.

El juego termina con la segunda victoria de Taehyung. Jungkook se levanta de su asiento, sintiendo que la tensión acumulada durante el partido deja los músculos de su cuello. Su padre le da una palmada en la espalda, celebrando la victoria de Taehyung. Se mueven rápidamente hasta el tenista, quien es abrazado con fuerza por sus amigos.

Saluda cortamente a Hoseok con un asentimiento de cabeza. Después estrecha la mano con Yoongi y Jimin. Taehyung esboza una gran sonrisa al verlo y hace un ridículo baile, que lo hace tener que obligarse a no reír.

—¿Cómo estuve? —pregunta Taehyung, buscando aprobación igual que un niño pequeño—. ¿Cumplí las expectativas de mi exigente entrenador? —Jungkook abre la boca para replicar algo muy él, pero Taehyung lo frena rápidamente, con una sonrisa de diversión en el rostro—. No, espera, déjame adivinar. Estuve... decente.

—Siempre se puede ser mejor —acepta Jungkook—. Mañana trabajaremos ciertos errores que capté, y...

—Oye —lo interrumpe Hoseok—. No molestes a Taehyung con esas mierdas ahora. Acaba de ganar. ¿Acaso tienes una parte de tu cerebro dañada, que no te permite felicitar a una persona por su victoria?

Juyeon suelta una risa a su costado y siente ganas de cometer un parricidio. Le da una mirada oscura que lo hace guardar silencio. Después vuelve su atención a Taehyung, quien continúa con esa tonta sonrisa en su rostro.

—Jungkook —Jimin dice con suavidad—. Iremos a comer para celebrar la victoria de Taehyung, y nos preguntamos si querrías acompañarnos.

Hoseok arruga las cejas, igual que Yoongi, y Jungkook no necesita más para reparar en que solo Jimin había pensado en invitarlo. Desvía la mirada a Taehyung, y este le regala esa misma expresión con sus ojos que utiliza cuando quiere descansar y no se lo permite.

—No tengo...

—¡No tiene problemas! —Juyeon corta sus palabras que iban directo a rechazar la invitación—. Jungkook es un poco tímido, pero estoy seguro que tiene muchas ganas de ir. Lo pueden notar en su expresión.

Los cuatro amigos desvían la mirada a la expresión de desinterés en Jungkook y deben aguantar las carcajadas, excepto Yoongi obviamente, quien no es capaz de esconder la gracia que le causa la escena.

Juyeon empuja al pelinegro hasta los otros chicos y le da una palmada en la espalda, para después caminar con rapidez por la cancha y exclamar:

—¡Pásenla increíble! ¡Si no llegas borracho me sentiré decepcionado de ti, hijo! ¡Me llamas para ir a buscarte!