Capítulo 32: El arete, el mar y la tristeza

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—Definitivamente, me colgaré de los testículos —masculla Jungkook—. ¿Qué mierda olvidaste ahora, Taehyung?

El chico busca desesperadamente algo por su habitación, desordenando sus cajones y la cama recién ordenada por Jungkook.

—Es que no tengo mi otro aro de margarita —refunfuña Taehyung—. ¿Qué haré sin el otro aro?

—Te compras uno nuevo y listo —replica Jungkook, un poco borde—. Estamos bastante atrasados, Taehyung.

—¡Los compré en Italia, Jungkook! —reclama Taehyung—. Y fue a un artesano muy adorable. ¿Qué haré ahora?

Jungkook toma una larga bocanada de aire y posteriormente suelta todo, para sacar la chaqueta que lo cubre y limita un poco sus movimientos, y comenzar a buscar el aro de su caprichoso y exigente novio.

—¿Dónde lo viste la última vez? —indaga Jungkook, dejando un corto beso en la sien el chico como disculpas por el tono utilizado anteriormente.

—En la mesita de noche de tu lado —murmura Taehyung—. Y ahora no están.

Trata de recordar los aretes de los que habla Taehyung, y la imagen del chico sonriendo grande el día que reparó en sus sentimientos viene a la cabeza, y se acerca rápidamente a la mesita de noche del lado izquierdo, porque no puede permitir que esos aros que hacen ver tan precioso a su novio se pierdan.

Abre el cajón, y suelta unas suaves risas al ver una caja de preservativos y lubricante. Taehyung realmente va bastante serio respecto a lo sexual. Lo deja pasar, porque en ese momento no tiene tiempo para pensar en eso, y tan solo toma la caja para correrla y revisar mejor, esbozando una sonrisa al ver que esta se encuentra completamente sellada y con olor a nuevo.

Revisa la alfombra e incluso debajo del mueble y la cama, pero nada aparece en su campo de visión. Toma asiento en el colchón, tratando de pensar donde más se puede encontrar, pero un grito de Taehyung lo alerta de inmediato, y agradece que la familia del chico no se encuentra, porque sino los hubiese despertados a todos.

—¡Venus, por dios!

Se mueve rápidamente hasta el chico, quien se encuentra lloriqueando en algún punto de la casa. Y, cuando lo encuentra, puede ver que este se encuentra de cuclillas, en el patio trasero de la casa, escarbando en las deposiciones de Venus con una pequeña rama de un árbol.

—¡Por supuesto que no iba a encontrar el arete, si estaba en tus intestinos! —exclama Taehyung, enfadado.

Jungkook no puede evitar y se comienza a carcajear, para sacar su móvil y fotografiar a Taehyung, igual de fabuloso que siempre, escarbando caca.

—¡No te burles!

Y ese mismo Taehyung, cuatro horas después, se encuentra abordando el avión, sujetando con fuerza la mano de Jungkook, mientras una azafata los guía a sus asientos. El pelinegro arruga sus cejas al reparar que se encuentran en primera clase, cuando él pensó viajar en dos humildes asientos de tren.

—¿Qué hacemos aquí?

Taehyung arruga sus cejas, mostrándose confundido con la pregunta de su novio, haciendo mover los aretes de oro con forma de margaritas que Jungkook tuvo que sacar del excremento y lavar para él, solo porque lo quiere demasiado como para no hacerlo.

—¿Viajaremos a...

—Eso lo sé —replica Jungkook—. ¿Qué hacemos en primera clase?

El pelirrubio suelta una risa un poco avergonzada, y dice:

Match point | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora