Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MARGARET
Hetty y otra enfermera se quedaron a cargo de Rose. No quería irme, pero se hacía tarde; mi hermana tenía sueño y si se daban cuenta de nuestra ausencia en casa, estábamos perdidas. Dormí con la preocupación de como se encontraba mi mejor amiga, como se había hecho aquella herida o que pasaría con ella. Incluso soñé con ese momento, recordándome la mirada de dolor que tenía en el rostro.
A la mañana siguiente, me apresuré en alistarme lo más rápido que podía para ir al hospital. No me molesté en desayunar o peinarme muy bien. Tampoco había notado mis ojeras provocadas por la noche anterior.
Antes de salir de casa, escuché la voz de mi madre detrás mio.
—Margaret, ¿a dónde vas tan temprano? —preguntó. El sonido de sus tacones me preocuparon un poco, ya que me decía que se acercaba bastante rápido.
—¿Qué? —le sonreí con inocencia.
—Te pregunté que si a dónde vas —se cruzó de brazos —. Has estado saliendo demasiado estos últimos días.
—¿Y qué tiene...?
—¡Qué tu nunca sales! —exclamó —. Margaret... ¿acaso estás saliendo con alguien?
—¿Qué? ¡No! —respondió de inmediato —. Belle también ha salido varios días, ¿por que no le preguntas a ella?
Mi hermana que estaba a tan solo unos metros de nosotras, me miró como si fuera la peor traicionera del mundo.
—Pero Belle siempre está saliendo. Además, es la mayor... —la defendió en un tono calmado.
—Tampoco es como si yo tuviera diecinueve años... —murmuré.
—¡No me grites!
—¡Pero si yo no...! —preferí no terminar la oración para que no se enojara más.
