Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
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NOT DOING ENOUGH
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—¿Jack? ¿Qué haces...? —preguntó Margaret, mirando como el rubio tenía los brazos apoyados en una mesa llena de herramientas quirúrgicas.
Se giró hacia ella con los labios apretados.
—Si salvar a tu hermana te hace feliz, entonces lo intentaré. Lo haré por ti —pronunció, decidido —. No quiero verte sufrir, Blanca Nieves.
Margaret no quiso perder más tiempo. Corrió hacia el y lo abrazó con toda la fuerza que tenía. Su mundo se paró por completo al sentir los brazos de Jack en su cintura, acercándose más a ella.
—Gracias, gracias... —susurró con una sonrisa. Pequeñas lágrimas de felicidad comenzaron a salir de ella, pero se las secó al separarse un poco del chico.
—Haría cualquier cosa por ti, Margaret... —comentó, depositando un tierno y amoroso beso en su frente.
La chica cerró los ojos al sentir la suavidad del momento, el minuto de paz. Estar con el era... estar en casa. Por fin, ella se sentía en un hogar.
Lo jaló con calma del cuello de la camisa para poder unir sus labios con los suyos. El cuerpo de Jack reaccionó al instante; una de sus manos subió por su costado hasta llegar a su mejilla y acariciarla con el dedo pulgar.
—Puedes leer las notas del profesor —habló Jack en voz baja, frente a sus labios.
Margaret asintió, y tomó el libro. Empezó a caminar por la habitación, siendo contemplada por los brillantes ojos de Jack.
—No... esto no nos servirá. Son cosas básicas —resumió, cerrando el libro —. Lo importante es la posición de las manos.
Jack escuchó con atención todo lo que decía. Se levantó las mangas de su camisa y miró el abdomen del cadáver que usarían como practica.
