Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
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MARGARET
Caminaba cojeando por el pueblo en busca de Jack. No era que quisiera verlo después de como se molestó, pero solo lo hacía por Belle y su urgencia de que confiara en ella.
Entonces me estaba dado cuenta que la mayoría de cosas que hacía era por mi hermana.
Dejé de pensar cuando la gente comenzó a empujarme un poco. No con una mala intención, sino que parecían ir en dirección rumbo a algo especial. Antes de que pudiera descubrir de que se trataba, reconocí ese sombrero negro que Jack siempre usaba.
—¡Ah, aquí estás! —me acerqué a el, creyendo que pararía de caminar. Fruncí el ceño cuando tomó mi brazo y lo cruzó con el suyo.
—¿Te acompaño a alguna parte, señorita Margaret? ¿A la cafetería? ¿Al mercado? —preguntó sin dejar de caminar. Si antes quería ver a dónde iban las demás personas, pues entonces era un caso perdido; Jack me llevaba por otro camino diferente.
—¿Y si mejor me hablas sobre ese enorme hombre que te persigue? —pregunté cuando miré hacia atrás.
El soltó una risita nerviosa.
—Ya los conoces, admiradores —dijo con un extraño orgullo —. No es fácil ser un cirujano reconocido —lo miré mal —. No. Mejor no hablemos de ellos.
Rodé los ojos, pero por más que creía en lo que dijo, algo me decía que no era la verdad.
—Lo que digas. Belle me mandó a decirte que avanzó con el ácido —dije con seriedad mientras caminábamos.
—Claro. ¿No querías verme tu, en realidad? —sonrió coquetamente.
—No. Cállate —respondí molesta, empujándolo un poco —. Ella ya hizo algunas pruebas...
