Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
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CRIMINAL RELATIONSHIP
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Jack y Margaret lograron convencer al profesor que el cadáver cubierto que estaba en la cama, era la mujer embarazada. Fue rápido, pues como Jack había hecho alguno de sus raros planes, el mayor estaba tan ebrio que hasta se puso a llorar.
Margaret decidió ver a Rose en cuanto el profesor firmó el certificado. Pensó en contarle un poco sobre lo que había sucedido ese día, pero se dio cuenta que la pelirroja estaba parada, hablando con una enfermera.
Pareció confundida, y cuando Rose se dio cuenta de su presencia, le sonrió con mucha alegría.
Su amiga no dudó en correr hacia ella y abrazarla sin fuerza o brusquedad, por si acaso.
—¡Me alegro mucho, Rose! —se separó —. ¿Qué es lo primero que harás?
—Iré con mi padre. Ayer que estuvo aquí no le dije que iba a salir... —respondió —. ¿Quieres ir? Haremos alguna comida que te guste...
Margaret le sonrió pero negó rápidamente.
—Tengo que ir a casa ahora, en realidad —dijo, bastante apenada.
Rose asintió con la cabeza, comprendiendo la situación.
—Bueno. Pero tendrás que ir algún día de estos —la señaló con su dedo índice —. Nos gusta tenerte en casa... al menos así no estamos tan... solos.
Llegó un sentimiento dulce y cariñoso al corazón Margaret al escuchar esas palabras. Le encantaba saber que confiaban en ella tal y como ella lo había hecho siempre.
Era tan extraño para ella que incluso le tuviera más confianza a Rose que a cualquiera de su familia y sabía que su amiga jamás pelearía con ella. Por eso Margaret se sentía tan protegida en esa casa, porque aunque solo eran el señor y su hija, no necesitaban a nadie más que podría hacerles daño. Vio un hogar que la hizo sentir parte de esa familia.
