Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
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DON'T KISS ME AGAIN
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Margaret regresó a su casa esa misma tarde sin saber que Gaines había llegado primero que ella. Se enteró qué Belle ahora estaba de lado de su padre, y este estaba de lado de Gaines.
Estaba molesta, pero al entrar a su cuarto, Gaines estaba ahí, sentando en el sofá y mirando con desprecio al gato que le gruñía.
—¿Qué hace aquí? —cuestionó Margaret con molestia. Se mantuvo lejos de dónde estaba y levantó a Morgan.
—He venido para hablar con usted, Señorita Margaret —respondió. Tenía una servilleta llena de sangre en la mano.
—Sí ha venido porque quiere una disculpa, entonces será mejor que se vaya para no perder su tiempo.
—No he venido por eso, en realidad —intervino —. Lamento todo lo que tuvo que ver en ese hospital... aunque no es lugar para las damas —se levantó —. No se moleste conmigo, Fox. ¿Le digo un secreto? Su padre fue el que ordenó todo —susurró, como si tuviera miedo cuando en realidad estaba disfrutando todo el caos por dentro.
—¿Mi padre qué...? —Margaret no lo podía creer. ¿Por qué su padre ordenaría algo como eso?
—Verá, Margaret. Una colonia, necesita sentir dolor para poder sanar, al igual que un cuerpo humano, ¿lo entiende? —fingía una sonrisa.
—Un joven murió desangrado en el hospital durante la noche. ¿Y su familia? —reclamó molesta.
—Oh, sí. Qué triste —bajó la cabeza por un momento —. Era Alfie Wilderkins, de dieciocho años —comentó sin remordimiento. Margaret ya le iba a gritar que era tan solo un joven, pero el volvió a hablar —. El y su padre asaltaron el mes pasado la diligencia del Banco Murchings y mataron a tres personas. Dígame, ¿y sus familias?
Margaret se cruzó de hombros, sintiendo algo de lastima. Estaba haciendo lo posible para no caer en las manipulaciones del hombre.
