Jack conoció a Margaret en una noche cálida, llena de música y festejos. Sin saber que sería ahora su única razón de no ir a prisión.
Portada creada por: xElsyLight
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MY WIFE
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MARGARET
La recuperación de Belle estaba siendo más rápida de lo que creí. Ya podía levantarse, y hasta distraía a mi madre cuando yo llegaba a casa.
No había hablado con ella por una semana completa. Una que otra vez nos miramos, pero era como si fuéramos desconocidas.
Y desde que fingía que yo no estaba en casa, mi vida había cambiado de repente. Me sentía tan... feliz. Tan libre. Tan capaz de tomar mis propias decisiones.
Pasaba casi todos los días con Jack en el hospital. Aunque no hablábamos mucho porque el estaba la mayor parte del tiempo ocupado, teníamos momentos tranquilos en los que solo éramos el y yo.
—¿En serio es necesario que te vayas? —cuestionó Rose en un tono melancólico, sentada frente a mi.
—Aún no lo he hablado con Jack...
—Pero lo más seguro es que se vayan —me interrumpió con rapidez.
Solté un suspiro y tomé su mano por arriba de la mesa de la cafetería menos conocida del pueblo. La comida era asquerosa, pero por alguna extraña razón, a Rose le encantaba. Y a mi me gustaba mucho estar con mi mejor amiga, por lo que no podía quejarme.
—...Lo más seguro es que si —confirmé en voz baja.
Rose apretó los labios y el silencio nos invadió. Creo que lo que más me pesaba de dejar el lugar donde vivía, era que me alejaría de Rose.
—¿Y por qué no se quedan aquí? Jack puede quedarse con el puesto de jefe cirujano, ¿no?
—No quiere. Sneed se quedará con el puesto y aceptó a que Belle siguiera ahí —comenté.
—¿En serio? ¿Aceptó?
—...Lo obligamos. Pero solo fue una pequeña amenaza de Jack.
Rose entrecerró los ojos antes de resoplar con frustración.
