F1 - One Shots

20: George Russell Part. 2

‧₊˚✧알잖아 널 가만히 둘 수 없는 걸✧˚₊‧

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Red Ligths by Bang Chan & Hyunjin (Stray Kids)

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TW: Contenido sexual explicitó, sumisión masculina, atadura simple, uso de cadena (comportamiento/trato de mascota)

Recomendación: Leer con discreción

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Papá hace el brindis más largo de la historia, pero apenas puedo escuchar todas las palabras que dice, en parte porque estamos sentados a partes opuestas de la mesa y Lewis no para de parlotear con Bono intentando convencerlo de ir con él a Ferrari, y en parte porque George ha estado removiendo y presionando mi pierna todo el rato.

Sus manos han presionado la servilleta que lo cubre tantas veces que las arrugas están gravemente marcadas en la tela, también se ve agitado, incluso hay un leve sonrojo que me hace cuestionarme donde más puede estar sonrojado, lo veo tomar su teléfono por debajo de la mesa y casi al segundo tomo el mío.

Georgie Boy

¿Debemos seguir haciéndolo?

21:12 pm

No sé a qué te refieres, Georgie.

Si quieres que nos vayamos de la cena tendrás que explicárselo a papá.

21:12 pm

Puedo verlo presionar con fuerza su celular entre sus grandes y tonificadas manos, sé que George no hablara con mi padre, ha intentado desde que lo nuestro se volvió formal, ganar el cariño de papá como sea, desde inútiles partidos de golf hasta pijamadas en la casa familiar, pijamadas que son más que todo George y yo cuidando de Jack mientras papá y Susie buscan darle un hermanito.

¿Puedes por lo menos apagarlo? Si me corro otra vez habrá una mancha en mis pantalones

21:14 pm

Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras deslizo con suavidad una copa de vino hacia mí, la cosa es que, George y yo, hemos sido pareja por casi dos años ya y en ese tiempo, además de descubrir que es el hombre más perfecto del planeta, también descubrimos que cuando se trata del dormitorio Georgie tiende a ser un poco sumiso.

Habíamos iniciado conmigo dominando en el sexo vainilla, algunas órdenes y posiciones que demostrasen que yo tenía el control, cuando eso no fue suficiente nos encontramos recurriendo a ceder cualquier permiso que el otro desease, George disfrutaba que lo amarrase, que lo privase de sus sentidos, que le causara un poco de dolor.

Y era justamente cada una de esas cosas lo que estaba haciendo ahora mismo, luego de su victoria pensé que lo más prudente era recompensarlo, ¿y qué mejor que un vibrador enviando las mejores descargas a su pene?, obviamente no podía colocarlo y ya, por lo que me aseguré de hacerlo correrse dos veces antes de apretar el aparato en la base y extender el resto del tubo hasta poco menos de la mitad.