F1 - One Shots

33: Checo Pérez X Pato O'Ward

‧₊˚✧Remember how you put me through it, I'ma do you worse like uh-huh-huh✧˚₊‧

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X2 by Anne-Marie

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TW: Ligera relación sexual en público, presencia de persona restringida, tercero no interviniente en la relación sexual, uso de lenguaje explícito, ligera degradación, relación adultera.

Recomendación: Evitar leer si eres sensible al contenido sexual explícito.

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Sergio era un idiota si creía que podía salirse con la suya, de todas las personas en el mundo decidió engañarme ¿a mí?, y no lo negaba, Carola era una mujer hermosa, pero merecía algo mejor que el idiota de Checo, y yo merecía quitarme este ardor.

Tampoco entiendo por qué creyó que era buena idea engañarme en México, el tipo era un idiota, pero como decía una filósofa en tiktok, "el cacho del toro duele, pero el de la vaca arde", tal vez es por eso que tengo a Checo atado a una silla de mi habitación mientras bailó con su compatriota, Patricio.

— ¿Segura de que quieres hacer esto, Alicia? — Suelto una risita cuando escucho la traducción de mi nombre y me inclino sobre su cuerpo para presionar nuestros labios juntos, Pato sabía a vodka y problemas.

Sus manos pasan de mi cadera a mi culo y me derrito sobre su cuerpo mientras nos arrastramos hasta un pasillo oscuro, y aunque no es aquí donde lo quiero, cuando sus dedos viajan debajo de mi falda y ropa interior lo dejo follarme con ellos.

Pato es experto, hábil y duro, me está follando con sus dedos como sé que lo hará con su verga en un rato, con un ritmo castigador que produce un ruido obsceno exagerado gracias a los fluidos que gotean de la zona, sus labios se presionan en mi cuello y me encuentro ansiosa de que haga algo que Sergio nunca hizo, que me marque.

— ¿Lo quieres más duro, güerita? — Me hace reír el apodo mientras asiento, tengo el orgasmo en la punta de los dedos y necesito alcanzarlo pronto o voy a desmayarme.

Mi piel arde con su poco tacto, sus labios en mi cuello marcando la piel a su paso mientras el dorso de su mano roza contra mi clítoris me jode duro, empiezo a chillar en sus labios cuando me corro en sus dedos.

Mis piernas aún tiemblan cuando bajo del éxtasis, su mano firme en mi cadera ayudándome a recuperar el soporte mientras mis piernas dejan de temblar la una contra la otra, Pato se está riendo de algo que no identifico mientras lo guío a mi habitación luego de eso, me sigue besando cada vez que puede, mordiendo mi cuello con fuerza.

Empiezo a ponerme nerviosa cuando estamos en la puerta, Patricio podría pensar que soy una loca psicópata con delirios en cuanto entremos al cuarto y no estoy segura de querer descubrirlo, aunque con su boca encima de la mía, tampoco me toma demasiado dejarlo abrir mi puerta, tambalearnos por el salón y llegar al cuarto de puertas francesas cerradas que abre de un empujón, su boca está en mi cuello cuando se queda congelado, la voz contenida de Sergio atrapada detrás de mí.

— ¿Qué carajos? — Su cuerpo se aleja del mio y finjo confianza mientras me deslizo hasta la cama, sentada con el Sergio amarrado en su silla a un costado.