F1 - One Shots

27: Fernando Alonso

‧₊˚✧Vi que te dejaste de tu novio, baby, me alegro✧˚₊‧

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Perro Negro by Bad Bunny & Feid

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TW: Ligera relación sexual en público, mención leve de alcohol, consentimiento dudoso.

Recomendación: Disfrutar de la imaginación.

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Que le den a Esteban Ocon, a él y su complejo de superioridad que creyó que podía engañarme y salirse con la suya, que le den a él y a esa zorra que se suponía que era mi amiga, que le den a todo el mundo incluido el traidor de Lance que siendo mi hermano no se dignó a decirme que estaba quedando como una idiota.

No era de fiestas, pero hay solo una respuesta para la ira que inunda mi sistema y es tragarme todo el alcohol que me pase por enfrente esta noche, George y Sebastian tenían una alianza rara para lograrlo, había querido pelear con Sebastian porque como compañero de equipo de la despreciable rata, debía saber.

— Shot 35, esta vez de tequila — Concede Checo que en algún momento se sentó con nosotros y se había vuelto mi barman personal.

— Y los que faltan, joder. — De fondo suena una canción de reggaeton sucio y me llevo a rastras a Carlos quien no se niega.

Bailo sin decencia con el español, sé que la basura, la estúpida y el traidor también están en esta discoteca y espero que me vean, espero que vean que pueden intentar matar a la reina, pero no llegarán nunca a tocar su corona.

— Te estás saliendo de control, bonita — Murmura Carlos cuando paso mi mano por su pecho hasta el borde de su cadera.

— ¿Entonces no quieres que te toque, bebé? — No estoy borracha, pero estoy sabrosa, lo suficiente para coquetearle a cualquiera.

— Quiero, pero si quieres una venganza real ¿por qué no vas y le das justo en las inseguridades? — Carlos me gira de nuevo y me impulsa hacia adelante.

Frente a nosotros puedo ver la espalda de Fernando, sabía que el sí estaba borracho y mi cabeza sin escrúpulos pensó que era la idea perfecta, mis pasos no tiemblan mientras me muevo hacia el otro español, había algo genial en lo prohibido que era hacer esto que no lo pienso en exceso.

Envuelvo mis brazos por sí cintura y apenas lo dejo decir dos palabras cuando ya estoy restregando mi cuerpo contra el suyo, Anitta me da la confianza que necesito, inclino mi cuerpo y saco mi ficticio lado latino que robe de la personalidad de Checo y Carlos.

— Sé lo que estás intentando, muñeca, y tal ve lo logres — Su mano se presiona en mi espalda baja y puedo sentirlo disfrutar del baile.

Joder que lo está disfrutando, lo siento presionado contra mí, su mano tocando más allá, llevándome a pensar hasta donde va a dejarme llegar; su mano pasa a la parte baja de mi espalda cuando giro para enfrentarlo, y las palabras no son necesarias para besarlo.

Y vaya que sabía besar, su mandíbula tiene cierto movimiento y sus manos presionan siempre de la forma correcta, sabe a whiskey y problemas, sabe a papá enojado mañana en la mañana si se llega a filtrar una foto de mí frotándome contra un hombre mucho mayor.

— Vi que dejaste al inútil del francés, me alegro muñeca — Volvemos a besarnos mientras el ambiente se da al alza cuando el nuevo DJ se sube y empieza a tocar alguna estupidez pegajosa.

Estoy destruida, completamente arruinada cuando Fernando se acomoda entre mis piernas, su rodilla se cuela entre mis piernas y sube rápidamente, la fricción es deliciosa mientras se sigue moviendo al ritmo de la música, sabe que lo disfruto, porque me sigo moviendo porque disfruto de la fricción.

— ¿Qué pensará mi padre si te ve masturbándote contra mi pierna entre toda esta gente? — Murmura en mi oído, su voz suave y su aliento caliente contra mi piel.

— Honestamente, no me importa — Jadeo, en realidad no lo hace, si el DJ oficia la boda me caso ahora mismo con este hombre.

— Eso está mal linda, deberías cuidar de tu imagen, no me gustaría oír las cosas incorrectas de ti — Intenta alejarse mientras lo envuelvo por el cuello para evitarlo.

— No, déjame terminar — Él parece querer rehusarse, pero lo obligo a apegarse más a mí — Joder, si me dejas llegar al orgasmo te conseguiré un asiento en el equipo de papá.

Eso lo detiene todo, Fernando se ríe, pero me deja seguirme frotando contra su muslo, mis brazos en su cuello cuando mi cabeza cae hacia atrás, veo a Esteban mirarnos cuando mi cabeza cae hacia atrás en medio del éxtasis, su rostro tenso, su acompañante enojada.

— Si me dejas llevarte a mi hotel podría demostrarte que soy mejor en muchas más cosas que él — Asiento desesperada contra sus labios y dejo que guie el camino.

Nunca había estado tan desesperada por subirme a un auto, o por llegar a un hotel, o porque me quitaran la ropa, pero Alonso se encarga de todo, literalmente, me folla hasta que olvido mi nombre, o mis compromisos, literalmente, al día siguiente cuando me despierto no siento mis piernas y ya pasa el medio día.

— No bromeabas con lo del contrato ¿eh? — Fernando entra al cuarto sin camisa sosteniendo su teléfono en alto.

— No sé de qué hablas, estaba ebria y caliente, pude haberte pedido matrimonio — Me deslizo sobre el edredón dejarlo caer en mi abdomen, sus ojos van a mis tetas.

— No soy un hombre de compromisos, pero por ti, pídemelo todo — Se arrastra sobre mí en la cama, y empieza a besarme el cuello cuando mi celular suena.

Lo tomo entre mis dedos mientras ambos seguimos a medio beso, estoy por girarme cuando escucho una maldición en francés.

— ¿Te estás follando a mi compañero de equipo?, eres una zorra, Stroll — Voy a contestarle, pero Alonso me quita el celular de las manos y niega.

— Deberías empezar a respetar a tus mayores, Esteban, por eso nunca logras nada — Le cuelga antes que mi ex empiece a contestarle y eso me hace reír.

Me vuelve a besar, y me quedo en eso, tengo suficiente con eso por ahora. 

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Lamento si el capítulo no es el mejor, pero no he estado al 100, demasiado ausente y distraída, demasiado en pánico. 

Espero poner todo en orden, o no, ya no lo sé.

Recuerden que si adivinan el próximo piloto se los dedico desde el fondo de mi corazón.

Solo manténganse a salvo, felices y saludables.

Josh.