F1 - One Shots

24: Paul Aaron y Arthur Leclerc

‧₊˚✧I wanna touch your body, so fucking electric✧˚₊‧

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I Wanna Be Your Slave by Måneskin

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TW: Contenido sexual explicitó, sexo sin protección, trío, mención leve de uso de sustancias.

Recomendación: Leer bajo discreción

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Amaba ver a Paul en el podio, esa actitud socarrona que llegaba a tener, el sudor bajando deliciosamente por su cuello, sus manos apretando fuertemente el trofeo, causando que las venas en sus manos salten fuertemente.

Amaba demasiado ver a Paul en el podio porque me hacía recordarlo sobre mí, sus manos repletas de venas haciendo fuerza en mis caderas, su sudor bailando por su cuello hasta su pecho, esa sonrisa y actitud que haría a cualquiera caer de rodillas frente a él, porque es el mejor y lo sabe.

Tal vez es por eso que cuando baja del podio y atiende todas las entrevistas lo fuerzo a irse conmigo hasta su habitación, tal vez por eso por lo que lo tumbo en el sofá y subo sobre el mientras lo dejo devorar mi boca como si fuese lo único que había esperado en todo el día.

— No sabía que estabas tan ansiosa por tener mis manos sobre ti. — Murmura mientras nos hace girar para sacarse el traje.

Sonará gracioso, pero el movimiento de sus hombros y sus brazos hace que mis piernas se abran en automático, eso lo hace sonreír y yo creo que a este punto mi ropa interior no tiene salvación, o tal vez salga volando como en alguna caricatura.

— No es normal que este así de caliente, pero no me disgusta — Su cuerpo cae de rodillas frente al mio y no le toma más que unos segundos quitar mi ropa del camino, haciéndome sentir expuesta.

Mi piel está ardiendo a su tacto o sin el, mis piernas tiemblan y puedo sentir que todo en mí late, como si de alguna forma necesitase de él rápido, antes de caer en la completa locura, fundo mis manos en su cabello y lo tiro sobre mi abdomen, sintiendo su boca hacer marcas suaves que me obligan a jadear.

Su lengua hace una línea en algunas zonas, patrones distraídos, incluso rodea mi ombligo antes de ir más abajo, sus labios helados al contacto con mi piel que arde por él, su boca me hace llorar rápidamente, apenas está dejando besos distraídos, pero el choque térmico está haciendo maravillas en mi sistema.

Entonces antes de que pueda hacer más la puerta se abre y la mirada de ambos se dirige hacia arriba, identifico a Arthur al revés quien se queda congelado con la puerta abierta.

— Mierda, yo — Sus palabras se confunden y yo suelto un chillido porque no puedo vivir con esta agonía.

Arthur no se va, pero se mueve dentro del cuarto y cierra la puerta a su espalda, mi cuerpo sigue convulsionando, agitándose porque necesita que lo toquen pronto.

— ¿Ella tomó de tu botella? — Paul duda por un momento y luego parece estar completamente lo que implica esa pregunta, pero yo no entiendo nada y siento demasiado calor como para estar avergonzada frente a alguno de los dos hombres en la sala.