💌ೄྀ┆࿐ Corazones de Papel 彡 [Kyotan]

💕ೄྀ┆► Capítulo 38

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꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚૮꒰˵•ᵜ•˵꒱ა‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷

Embriagado.

Así se sentía en momentos como estos, aunque no había tomado una sola gota de alcohol, habían pasado semanas desde que se sentía así, o bueno, desde que esta idea había llegado a su cabeza.
Se sentía como un idiota, con la cabeza volando por los aires mientras escuchaba a Kanae hablar. Aunque, no quería escuchar... No quería oir a nadie, su sonrisa seguía ensanchada en su rostro a pesar de todo, mirando fijamente el techo mientras permanecía tiraron en el sofá.
Apenas ayer había salido con aquel dulce omega que había puesto su mundo de cabeza, y quería volverlo a ver hoy, ya que, después de todo, ¿qué había de malo en volverlo a ver? Es más, podría hacerlo hoy, mañana, pasado mañana... Lo haría todos los días de su vida solo porque adoraba ver aquellos ojos carmesis, y esa sonrisa llena de inocencia que siempre buscaba respuestas en él.

Había veces en las que incluso no entendía la personalidad del Kamado, era cambiante, pero no le molestaba, adoraba eso, adoraba saber que habían cosas que aún desconocía de Tanjiro, lo hacía querer acercarse más, conocer más de su mundo, de saber que rondaba en aquella mente suya. Amaba incluso la forma en la que a veces Tanjiro parecía querer coquetear, pero era algo torpe en ello, y a veces se molestaba con facilidad, a sus ojos, era el chico más lindo que había visto... Y eso que negaba totalmente sentir atracción hacia algún chico, cada que lo analizaba se sentía tan idiota, ¿realmente negaba eso? ¿Cuanto tiempo estuvo negandolo?

La voz de Kanae ni siquiera parecía hacer efecto en él, su mente pérdida en los recuerdos de la noche anterior cuando fue a pasear con Tanjiro en las calles de la ciudad, en medio de la noche, cuando incluso casi acabo besando los labios del omega, se sentía en las nubes, como si no fuera él, como si no pudiera ver a nadie más que a Tanjiro, e incluso si este no poseía una voz para hablar, se quedarían observandolo por horas sin decir nada... Solo para verlo sonreír, solo para... Sentir que realmente su sola presencia lo hacía sentirse vivo.

─¿Y a éste imbécil que le pasa? ─Murmuró Tengen, a la vez que se sentaba a lado de Kanae en uno de los sillones de la mansión Rengoku.

─Uh... No lo sé, esta más raro que de costumbre. ─Kanae suspiro, dejando la taza de té que estaba bebiendo sobre la mesa.

─Yo digo que es porque esta enamorado... ─dijo Sabito, mirando fijamente a Kyojuro.

Pero aunque ellos dijeran todas esas cosas, Kyojuro seguía sin escucharlos, centrado en sus propios sentimientos y emociones, hasta que abruptamente se incorporó en el sillón, sorprendiendo a sus amigos de manera repentina.

Él se volteo hacía ellos, con un rostro pensativo, pero al mismo tiempo se veía decidido.

─Yo... Quiero declararle mi amor a Tanjiro, quiero que sepa que lo amo.