ROMPECABEZAS

36 5 2
                                    

PUNTO DE VISTA DE ETHAN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PUNTO DE VISTA DE ETHAN.

En mi auto arremetí un sinfín de veces contra el volante, el maldito silencio de April estaba enloqueciéndome. Su brazo tenía las marcas innegables de que la habían atacado y ella tenía el descaro de contradecirlo en mi cara, la furia ardía dentro de mi al saber que estaban pasando cosas en mis narices y yo no me enteraba.

El teléfono vibró, me habían llegado un par de ubicaciones y seguidamente entró la llamada de Eugene.

—McAllister no está en la ciudad, confirmé su ubicación en Nueva York.—informó mientras yo chequeaba las imágenes.

—¿Desde cuando está en Nueva York?

—Hace una semana.—dijo.—No pudo ser él.—aseguró haciéndome trizas la cabeza.—Miller está en el hospital cubriendo su guardia.

—Ese rastrero estuvo hoy con April, tiene que saber algo...—recordar como lo abrazaba cuando en efecto, de mi solo huía tal como me había escupido en la cara la histérica de Ghail, me hundía en un maldito agujero negro donde solo se me repetía en la mente que ni preñada de mi tenía la decencia de mantener su palabra. Lo único que le había pedido era respeto y a cambió me pateaba en las pelotas.

—Hallaré al culpable, Ethan.—prometió tras mi silencio. Eugene estaba tan estresado como yo tratando de unir piezas que no engranaban una con la otra. Los videos del edificio no nos dieron más que la imagen de un tipo cubriéndose con gorra y gafas de sol entrando y saliendo del edificio a la misma hora que sucedieron los cambios de April, pero no pudimos relacionarlo con que hubiese estado con ella porque las cámaras de su piso estaban en mantenimiento... ¡Una puta mierda esa seguridad!

Ella no decía una palabra y hasta hace poco había creído que todo se trataba de que se estaba arrepintiendo de estar conmigo y el puto embarazo. Había decidido dejar de buscar culpables a su cambio repentino cuando la escuché decirle al imbécil de Logan que ya no aguantaba más y quería tomar a Nathan e irse muy lejos... justo ahora que su hijo significaba tanto para mi. Por ese niño es que había decidido ir a la boutique a hablar con ella en un estúpido intento de enmendar las cosas. Nathan había movido una fibra emocional que nos había hecho conectar mucho más con la conversación que habíamos tenido mientras lo llevábamos al departamento de Ghail.

Él me aceptaba y quería en su vida, tanto que deseaba que lo acompañase a los eventos importantes de su colegio. Me quedé en blanco por un segundo pero nada me honraría más que hacerlo. Le prometí estar para él sin importar las circunstancias, siempre podría contar conmigo y eso no cambiaría pasara lo que pasara. Porque en el fondo yo sabía que mi paternidad no había comenzado con el embarazo de April, sino cuando el bienestar del niño que tenía al lado se hizo mi prioridad.

Llegué al hospital donde el rastrero trabajaba y me instalé en su consultorio a esperar que apareciera. Miré sobre su escritorio y el maldito tenía una foto de April sonriendo mientras abrazaba a Nathan junto a otro portaretratos donde aparecían los que podrían ser sus padres. La tomé sin importarme una mierda, él no tenía ningún derecho de tenerla y mucho menos exhibirla porque no era de él, April era mía y se lo haría entender así tuviese que desaparecerlo del mapa.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora