"Dame solo una noche".
Divorciado y con un hijo pequeño, Nattawin Baxter no
necesitaba a ningún hombre en su vida. Pero cuando el
multimillonario Mile King se mudó a la casa vecina, Nattawin
acarició la posibilidad de tener una aventura con él...
–Déjalo, Lucas –le advirtió mile. Si su primo no lo dejaba en paz acabarían teniendo una de las famosas peleas a puñetazos de los King.
–Tranquilo, tranquilo –dijo Lucas–. Sabes que estás muerto si Build te descubre, ¿verdad?
–Sí, lo sé muy bien.
No temía por su vida, lógicamente, pero sí con quedarse sin galletas y pastel para siempre. Sin contar con la ira de Bible si hacía enfadar a su esposo. Siempre antepondría la familia a cualquier aventura que pudiera tener con Nattawin, pero aún no estaba listo para dejarlo marchar.
–No sé si es que te ha dado fuerte o si te has vuelto loco – comentó Lucas.
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–Puede que ambas cosas.
–No es buena señal, primo.
–Qué me vas a contar... –murmuró Mile. Él era un hombre que siempre sabía qué hacer. Siempre tenía un plan para todo. Nunca hacía nada sin analizar las consecuencias y las alternativas. En el negocio de la seguridad era fundamental tener un plan de emergencia.
–En serio, Milo (ese era su apodo) --Espero que valga la pena.
–Yo también –el frío de la botella que tenía en la mano no podía aliviar el calor que lo abrasaba por dentro al pensar en Nattawin, Aquella era su respuesta. Por el estaba dispuesto a enfrentarse a su familia. Y a sufrir su ira cuando descubriera que él había pagado el deducible y que había autorizado algo más que unas simples reformas en la cocina. Sí, Nattawin valía la pena. Y eso lo inquietaba.
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Al día siguiente, Connor estaba en la guardería cuando Nattawin volvió a la cafetería de Sandy para preguntarle algo relativo a las facturas de la semana. Como era natural, su amiga no le dio tiempo a preguntarle nada en cuanto se sentaron a la mesa.
–¿Cómo van las obras de la cocina?
–No estoy seguro –respondió Nattawin mientras hojeaba el Libro de contabilidad–. No la he visto desde que Lucas y sus hombres empezaron a trabajar.
