"Dame solo una noche".
Divorciado y con un hijo pequeño, Nattawin Baxter no
necesitaba a ningún hombre en su vida. Pero cuando el
multimillonario Mile King se mudó a la casa vecina, Nattawin
acarició la posibilidad de tener una aventura con él...
Mile había decidido tomarse el suyo mientras una agencia inmobiliaria se dedicaba a enseñar su apartamento de la playa en venta..
Aún no sabía dónde se instalaría. Quería quedarse en algún Lugar cerca de la costa, tal vez en una vivienda como la de Bible y Build. Lo único que sabía con seguridad era que su apartamento le resultaba demasiado frío e impersonal. Lo había decorado con muy buen gusto una mujer con la que mile estuvo saliendo en una ocasión, pero nunca llegó a sentirlo como un verdadero hogar. Y era el momento de hacer un importante cambio en su vida, animado por el matrimonio de su hermano gemelo Garrett. Él no tenía ninguna prisa por casarse ni nada por el estilo, pero sí buscarse una casa nueva.
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Tomarse unas vacaciones... Por desgracia, esas vacaciones no estaban resultando todo lo idílicas que deberían ser. Apenas llevaba unos días relajándose en casa de Bible y Build y ya estaba impaciente por hacer algo. Llamaba a la oficina tan a menudo, solo para comprobar cómo iba todo, que su secretaria había amenazado con marcharse si no dejaba de incordiar.
Mile confiaba en sus empleados, pero la inactividad empezaba a sacarlo de sus casillas. No estaba hecho para quedarse sentado sin hacer nada. No sabía cómo relajarse y disfrutar del tiempo libre. Garret le había apostado quinientos dólares a que sus vacaciones no durarían ni diez días y que en breve estaría de vuelta en la oficina. Mile no estaba dispuesto a perder una apuesta, y para ello tendría que pasarse tres semanas sin dar golpe, por mucho que le costase.
¿Qué demonios hacía la gente cuando no trabajaba?
Él sabía muy bien lo que le gustaría hacer, pensó mientras recorría con la mirada las curvas del Doncel Nattawin Pero no era solo el hijo de su vecina lo que refrenaba sus impulsos. Build, la pareja de Bible, le había dejado muy claro un año antes que Nattawin era intocable. En su fiesta de compromiso les había advertido a Mile y a todos sus primos que su mejor amigo había sufrido mucho por culpa de su ex marido y que no iba a tolerar que un Mile King le hiciera daño.
En el mundo había millones de mujeres disponibles miles de Donceles escondidos, por lo que a ninguno de los King le supuso un gran problema olvidarse de Nattawin Baxter. Lo malo era que mile tenía demasiado tiempo libre y sus pensamientos volaban una y otra vez hacia su guapo vecino.
Tampoco le ayudaba el hecho de que, mientras él lo observaba, Nattawin lo estuviera observando a él. Y encima con una expresión de descarado interés en el rostro. Mile no era Ningún idiota y sabía cuando una mujer oh un hombre doncel sentía atracción por él, y en cualquier otra circunstancia no habría dudado en aprovecharse de la situación.
Así al menos tendría algo que hacer... Pero aquel Doncel no parecía estar quieto ni un segundo.
Cuando lo vio regresar del garaje con una enorme bandeja de plantas, mile frunció el ceño. Estaba seguro de que no aceptaría su ayuda, pero no podía quedarse de brazos cruzados mientras el se tambaleaba bajo la pesada bandeja. Dejó la cerveza, salió del jacuzzi y cruzó la puerta que separaba los dos Jardines.
