Epílogo

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Carl

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Carl

—Y solo me falta añadir que me siento afortunada de compartir en este día tan especial con todos ustedes. Este lugar es la realización de un sueño que tejí hace muchos años, pero que por mis inseguridades nunca creí que lo lograría —suspira, pero sonríe—. Superé obstáculos y miedos, me liberé, salí a la superficie y pude ver el horizonte junto con sus infinitas posibilidades, y ahora cada respiro es valorado y cada momento es aprovechado. El tiempo es vital en nuestra evolución personal, pero si le añadimos entrega, amor y paciencia, los resultados serán maravillosos y nos llenarán de dicha y gran satisfacción. Se llama también crecer para bien, como dice el lema de nuestra fundación Diosas del Jardín. —Ella gira su cabeza para mirar en mi dirección y en esos ojos grises leo sus códigos, todo lo que está sintiendo—. No puedo terminar mi discurso sin agradecer y honrar a mi amado esposo Carl Knight, porque gracias a su apoyo incondicional, comprensión y amor infinito, mis heridas sanaron y encontré la fuerza en mí misma para poder ayudar a otros. Él fue el hombre que vio más allá de mis cicatrices, las que se ven y las que no. Con su empeño y fiera protección tuvo éxito en donde otros fracasaron y sanó lo que otros lastimaron. Con su bondad y su gran corazón me enseñó que las heridas del pasado no definen quiénes somos, sino que son oportunidades para crecer y hacerte fuerte porque son testimonio de tu victoria. Él es mi cómplice en cada logro y en cada aventura, es mi apoyo incondicional en los momentos de dificultad y es el compañero con el que descubro la magia que se esconde en esos grandes o pequeños detalles de la vida. —Mierda. ¡Esa parte no estaba escrita cuando ella ensayaba su discurso frente a mí! Oh, pequeña, lo que haré contigo después—. Y en mi carácter personal, yo solo quiero marcar la diferencia en este mundo y servir a aquellos que más lo necesitan. ¡Gracias por estar aquí y por ser parte de este hermoso proyecto de amor, empatía y solidaridad! —Ellie termina muy emocionada su discurso.

Y yo me uno a todos los presentes con gritos, silbidos y aplausos sintiendo un profundo orgullo por mi hermosa y valiente dama. Hay amigos, hermanos, familia y otros asistentes, entre ellos el señor McAllister.

Me acerco. —Estuviste tan hermosa y apasionada, nena, y yo no puedo estar más orgulloso de ti, maldita sea —la beso y añado—, ¿pero qué en el infierno fue eso último?

—Parte de mi humilde discurso —se justifica inocente y feliz rodeando mi cuello con sus brazos.

Sonrío. —De humilde nada, estuvo condenadamente espectacular y emotivo, pero esa parte añadida sobre mí no me la esperaba.

—Tal vez quería presumirte —responde resuelta.

Rio porque no será la primera ni la última vez que lo hace o marca territorio cuando otras me miran por demasiado tiempo. Ah, ella me complementa tanto y es tan simple como declarar que desde que la conocí, mi vida comenzó a tener sentido.

—Dime —pido sonriendo.

Suspira. —Amor, tenía que mencionarte porque eres parte vital de este proyecto y sin ti no lo hubiese logrado, no hubiese sanado y quería que todos supieran que eres mi centro, mi motor y todo mi mundo. El hombre más maravilloso que vive en mi corazón.

Conectado a ti (Dragon's Family Series #4) CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora