Carl
—¡Entonces nos quedamos maravillados cuando volvió a ensamblar toda la computadora desde cero!
—Vaya, eso es nacer con un don. ¿Qué edad tenía?
—Nueve años. ¡Carl es un genio! —replica con gran orgullo.
—Mamá —protesto y meto otra aceituna en mi boca.
Ophelia lleva rato hablándole a Ellie sobre el niño que fui, inteligente, bueno y travieso, pero a esta chica no le aburre, al contrario, como la cosita curiosa que es, le encanta, ríe, y le hace más preguntas a mis padres.
Ellos abrazaron y le dieron una cálida y efusiva bienvenida a Ellie, y mamá hizo sus mejores platillos. En la mesa hay arroz, verduras, estofado de ternera a la jardinera, ensalada de garbanzos y espinacas, brochetas de salmón y vino tinto, entre otros entremeses y postres de calabaza y chocolate. Y Ellie ha probado todo.
—Estoy seguro de que Carl ya te contó sobre su fama del chico malo de las redes sociales —comenta contento mi padre, su voz en el mismo tono de mi madre.
—Por supuesto —responde Ellie después de tomar su vino—. Es...interesante salir con una personalidad tan conocida aquí en Delta y que le pidan fotos, pero imagino que el suceso fue un gran susto para ustedes.
—Fue un caos, querida. ¡Nuestros teléfonos no paraban de sonar y los periodistas nos acosaban y no salían de nuestra puerta! —resopla mi madre—. Y mi hijo metido en una celda por una injusticia, es algo que no quiero vivir de nuevo. —Mi madre se persigna, eleva una silenciosa oración al cielo.
—Estar en una cárcel otra vez no es algo que esté en mis planes futuros —sonrío para tranquilizarlos, pero nunca les dije que estuve metido en una cuando fui a Liberty con Dylan...y a manos del hermano de la persona a mi lado en la mesa.
—Cuéntanos más de esos planes futuros, hijo —Mi padre sigue comiendo, pero conozco sus intenciones. Las de ambos. Ellos quieren saber si Ellie estará en ellos.
Contengo mi risa. —Los conoces bien, padre. Mis planes son tener mi propia empresa tecnológica.
Y mi declaración sorprende gratamente a Ellie. —Eso es grande.
—Lo es —guiño mi ojo, sonriendo de una manera sugerente que la hace sonrojar porque sabe que me refiero a la descripción que gime cuando estoy hasta el fondo en su interior. Y mientras añado—: Siempre pienso en grande. —Ella golpea mi pierna con la suya por debajo de la mesa y contengo duro una carcajada porque de nuevo bloquea mis intentos de seducirla a escondidas.
—¡Todos tenemos grandes planes! —exclama mi madre, ajena a nuestro divertido e íntimo intercambio—. Los míos son abrir un comedor para indigentes —expresa con mucha ilusión.
—Eso es admirable, Ophelia —elogia Ellie—. ¿Cuándo sería? Si puedo echarte una mano solo avísame.
—Aw, cariño, ¡me encantaría contar contigo! ¿Eso quiere decir que vas a quedarte a vivir en Delta con mi Carl?
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Conectado a ti (Dragon's Family Series #4) Corrigiendo
Romance𝐂𝐚𝐫𝐥 No me dicen hacker o el chico malo de las redes sociales solo por fastidiarme o por tener un estatus importante dentro de mi mundo virtual. No. Lo hacen por una jodida razón y es que siempre encuentro lo que busco. Siempre. Y a 𝘦𝘭𝘭𝘢, v...