Carl
—Ya me voy, genio, pero quería verte antes de irme porque ahora que estás con los chicos Dragones apenas te vemos. —Mi padre entra sonriendo.
Termino de ponerme la camiseta. —Es que estamos bastante ocupados sacando la mierda tóxica que dejó Dan Baxter —hago una mueca, lo miro, y se ve mejor de su espasmo—. Avísame para recoger las cajas de alimentos en el supermercado en una de las camionetas del club. No quiero que fuerces tu espalda lastimada trayéndolas a casa tú solo.
Su lengua hace un chasquido. —Estoy bien, pero te avisaré para que tu madre y tú estén tranquilos. —Asiento, y él me observa contento, sus manos ahora sobre mis hombros—. Te amo, Carl. Siempre te lo digo, pero es porque no puedo evitar estar orgulloso de mi hijo.
—Papá...
—Es cierto y seré breve porque llegaré tarde al supermercado —sonríe y declara: —El club te hace bien. Cuando aceptaste ser parte de ese mundo, dudé al principio por como era antes, pero no ahora que he visto el cambio en ti y cómo son cuando se reúnen.
—¿Cómo somos?
—Son verdaderos hermanos que bromean y ríen juntos, pero que también se preocupan uno por el otro dentro de una gran familia —responde y sonrío más porque así somos—. Así que como estamos tranquilos y contentos de que estés bien y en buenas manos, ¿qué crees sobre llevar a tu madre de vacaciones? —me confía en voz baja.
Y eso me anima enseguida. —¿A ese crucero que se muere por ir? —Él asiente entusiasmado y respondo—: ¡Los ayudaré a empacar y los llevaré al aeropuerto porque ambos merecen ese viaje!
Mi padre ríe. —Le daré la sorpresa esta tarde, y puedes venir con nosotros...
Niego vehemente: —Es tiempo para ustedes, solo manténganse en contacto.
—Lo haremos —palmea mis hombros seguido de su abrazo.
—Los amo —declaro abrazándolo.
—También nosotros, y por favor, conduce con cuidado de regreso al club —me aconseja mirándome—, ya sabes que esas dichosas serpientes están por todos lados.
—Lo tendré, tú cuida tu espalda —lo señalo.
—Sí, genio —afirma sonriente mientras se aleja.
Contento, me giro hacia la cómoda y me pongo desodorante Axe, luego un poco de gel en el pelo y lo peino con mis dedos. Y ya estoy listo para salir.
—¿En dónde está? —murmuro con mis llaves en la mano. Bajo a la cocina oliendo el delicioso desayuno que está preparando mi madre para repartirlo después, y escuchando alejarse el auto de mi padre—. ¿Mamá, has visto mi chaleco? Estoy seguro que lo puse en el respaldo de la silla.
Anoche me quedé a dormir aquí después de otra cena abundante con mis hermanos. Ellos aman a mi madre y ella ama platicar y cocinar para ellos, pero ama mucho más el que tenga amigos. Hermanos. Y yo amo verla tan contenta.
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Conectado a ti (Dragon's Family Series #4) Corrigiendo
Romance𝐂𝐚𝐫𝐥 No me dicen hacker o el chico malo de las redes sociales solo por fastidiarme o por tener un estatus importante dentro de mi mundo virtual. No. Lo hacen por una jodida razón y es que siempre encuentro lo que busco. Siempre. Y a 𝘦𝘭𝘭𝘢, v...