Ellie
—Eres inteligente, jodidamente hermosa y muy sensual, Ellie. No permitas que ningún imbécil te diga lo contrario —declara Carl, sus labios aún cerca de los míos.
Con la respiración igual de agitada, compruebo las palabras de las chicas dragones sobre estos hombres grandes y tatuados. Ellos exudan pasión, testosterona y lujuria pura, las esparcen como esporas afectando fácil y directamente tus neuronas, tus hormonas y tu sistema reproductor porque mi ropa interior también lo confirma; está muy húmeda y mi sexo palpita de una manera incontrolable.
Y todo por un beso.
Uno que terminó de despertar mi libido, mi sensualidad muerta por el diazepam, por mi depresión, ansiedad y malas experiencias pasadas. Un beso tan electrificante que ahora que lo he probado y he sobrevivido a ello, necesito otra dosis.
—Carl. —A duras penas susurro su nombre porque estoy completamente aturdida por su posesivo y apasionado ataque a mi boca.
Y quiero contarle sobre eso maravilloso que me ha devuelto aunque él no me lo haya quitado, pero mi mente no puede conectar las palabras al volver a mirar esos labios ni gruesos ni finos que se movieron sobre los míos sin mesura y sin comprobar nada. Carl lo hizo porque lo deseaba. Sus ojos han tendido como objetivo mis labios desde que fue a buscarme a mi apartamento y hasta justo antes de besarme.
Y yo también lo quise.
Y lo quiero de nuevo.Porque Carl Knight sabe a esa deliciosa fruta prohibida que la vida me ha negado por años. Y ya caí en la tentación. Él sabe usar muy bien esa boca de sonrisa de chico malo, su lengua exploró y exigió. Y le di todo. Pensar en esos labios sobre el resto de mi cuerpo, envía más humedad y pulsación entre mis piernas. Y Carl está en lo cierto porque desde Alfie no he permitido que nadie pisotee mi feminidad, critique o se burle de mi negación a tener intimidad. Algo que no será fácil con la pared de músculos frente a mí que exuda seguridad, anhelo y testosterona sin fin. El que también está excitado y esperando por mi reacción.
—Ya no lo permito —respondo a su vehemente declaración, a su halago sobre mis atributos de mujer, cada una de sus palabras contribuyendo a mi fortalecida autoestima porque así me siento. Inteligente, hermosa y sensual—. Hazme un favor, Carl —pido.
—El que quieras, nena, te tengo —asiente con firmeza con esa voz profunda que me eriza toda...y mirando de nuevo mis labios.
—¿Podrías no mencionar más a Alfie?
Suelta una risa seca. —Con jodido gusto, Ellie.
Asiento mirándolo, los suyos marrón oscuro que invitan más que nada a confiar, no dejan de observarme. —Gracias por devolverme algo que di por perdido.
—¿Qué cosa? —Él anhela saber.
Y la vibración que siento me hace esbozar una pequeña sonrisa porque su beso sigue haciendo estragos por todo mi cuerpo, pero me concentro para explicarle mis razones: —En el punto más oscuro de mi vida con el diazepam, era un desastre y me autosaboteaba por todo, en lo profesional y en lo personal, creyendo verdades que no eran ciertas, incluyendo lo que esa persona me dijo, que era asexual y frígida porque mi libido era inexistente.
ESTÁS LEYENDO
Conectado a ti (Dragon's Family Series #4) Corrigiendo
Romance𝐂𝐚𝐫𝐥 No me dicen hacker o el chico malo de las redes sociales solo por fastidiarme o por tener un estatus importante dentro de mi mundo virtual. No. Lo hacen por una jodida razón y es que siempre encuentro lo que busco. Siempre. Y a 𝘦𝘭𝘭𝘢, v...