Capítulo 27

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Rosier se acercó a Musa y trató de tocarle el rostro, pero esta previendo la acción del muchacho le tomó el brazo y se lo viró en un ángulo completamente anormal, luego le hizo una llave enroscando su pierna en el cuello del chico y tirandolo al suelo de un solo golpe.

-Vuelve a tocar mi rostro y te juro que será la última vez que veas tu mano.

Musa empujó a Rosier lejos de ella y este la observó enfurecido, sin que el hada se percatara el siletherin levantó su varita listo para atacar.

-¡Desmaius!

-¡Protego!

Un joven slitherin que por allí pasaba se acercó poco a poco al enfrentamiento entre Rosier y la ravenclow, al momento de observar la acción de su compañero de casa el chico con paso apresurado se puso frente a Musa defendiendola de un ataque en el cual ella saldría mal parada puesto que no sabría cómo detener un ataque de un mago.

-¡Quítate de en medio Black, esto no es asunto tuyo!

-No es que sea de mi incumbencia personal si te pillan haciendo magia por los pasillos nos quitarán puntos y acabarémos perdiendo la copa de las casas.

El hada sintió una fuerza magnética hacia el joven frente a ella, en su dedo donde los hilos rojos la unen a sus almas gemelas pudo distinguir uno nuevo que se detenía en el dedo del muchacho que la había protegido.

-Muchas gracias por ayudarme.

Habló la chica por primera vez y con cierta duda de saber si su pensamiento se equivocaba al imaginarse quién había sido su salvador.
El joven volteo hacia ella cuando Rosier se hubo marchado con el rabo entre las piernas por perder la razón frente al mago un año más joven que él.

-No lo hice por ti realmente, pero no es nada, no soy para nada como mi hermano con su orgullo griffindor e impulsivo con aires de superhéroe para salvar s todos, pero tampoco me gustan que abusen de las personas sin ninguna ventaja o forma de defenderse.

-Ese es un lindo pensamiento, eres puro de corazón. ¿Cuál es tu nombre? Sé que eres el hermano del novio de mi prima, pero no te conozco.

-Soy Regulus Black, y tú Musa D'Canto.

-Sí, esa soy yo. No tenía idea de que me conocieras.

-Bueno, Bella es mi amiga, mu cuñada, novia de mi hermano. Por ello conozco el nombre tuyo y de tus hermanas.

El corazón del hada comenzó a latir muy rápido y un pequeño sonrojo subió a sus mejillas, Regulus se percató y solo sonrió.

-Ha sido un placer conocerte y charlar contigo, pero debo irme a estudiar, que tengas lindo día.

Regulus salió de su campo de visión y Musa suspiró enamorada. Luego siguió su camino a la sala de menesteres para encontrarse con Bella y Roxy.

...

Ella estaba segura que si no fuese por Potter, Sirius solo la querría a ella, por eso estaba cocinando un gran plan y Sirius caería redondito.
Media hora más tarde la rubia tenía una caja de corazón con unos deliciosos bombones de chocolate blanco, ¿y cómo los consiguió? Muy fácil, sin que nadie la notara tomó el expreso de Hogwarts de vuelta a Londres y compró una caja de chocolates muggels, así el ojigris al tener tanta fascinación por todo lo muggel no se negaría a probarlos. Marlene salió del salón vacío de pociones, y con la caja de chocolates en la mochila tomó rumbo a la sala común donde sabía que estaría el pelinegro con el resto de merodeadores.

-Siri, ¿Crees que podamos hablar?

Fue por lo bajo y directo apenas de acercó al grupo de chicos en el sofá junto a la chimenea.
El joven la miró con detenimiento estudiando su rostro que parecía arrepentido luego de todas las sandeces que había dicho de Bella.

-Por favor, solo quiero disculparme contigo, también me disculparé con Bella. La verdad es que la extraño mucho, a ella y mis amigas. No sabes lo difícil que ha sido estár sola para mi.

-Te alejaste de ellas porque quisiste Marlene.

-Lo sé, y no sabes cuánto me arrepiento de ello.

El joven accedió a hablar con la chica solo porque le dio lastima su situación y porque además parecía ser sincera. Juntos fueron hacia otro extremo de la sala común, siendo observados desde cerca por Remus y James, Petter solo comía chocolate sin importarle nada más.

-Sirius, ¿podemos ir a otro lado? Me siento incomoda con tus amigos mirándome.

El chico observó que efectivamente sus amigos los vigilaban desde lejos y sintió la incomodidad de la rubia, por lo que nuevamente accedió a ir a un sitio más privado. Marlene sonrió internamente y lo condujo a la sala de menesteres, el lugar que había tomado forma era un dormitorio, allí era donde la joven se quedaba para no tener que convivir más con sus compañeras.

-¿Qué hacemos aquí?

Sirius comenzaba a desconfiar por lo que comenzó a dar marcha atrás, pero la joven lo tomó de la mano y lo miró con culpa impregnada en el rostro.

-Esta es mi habitación, es donde duermo para no ver el rostro de las chicas, me siento tan avergonzada de mis acciones que no puedo verlas a los ojos porque me siento mal conmigo misma.

Sirius por tercera vez estuvo de acuerdo con ella, sabía lo que era ese sentimiento por lo que no la volvió a juzgar.
La rubia lo dirigió a la cama matrimonial en el centro de la habitación y se sentó junto a él, sacó de su mochila la caja en forma de corazón y se depositó en las piernas al muchacho.

-Esta es mi forma de ofrecer mis más sinceras disculpas, son chocolates muggels los compré porque sé lo mucho que adoras todo lo que provenga de ellos, a Bella también le compré una caja. Por favor acepta mis disculpas.

La joven le suplicó con las manos unidas y el Sirius no pudiendo negarse s perdonarla abrió la caja y tomó uno de los bombones blancos llevandoselo a la boca y saboreandolos. Automáticamente que terminó el piemer chocolate sus pupilas se dilataron y una cara de idiota enamorado se plasmó en su rostro, pero no teniendo bastante de los chicles comió todos hasta dejar la caja vacía.
Marlene sonrió malévolamente y se lanzó a besar apasionadamente los labios del chico.

...

Luego de hablar con Musa y Roxy acerca de Bloom y cómo se las arreglarian para hacer de niñera Bella volvió a su habiatción de la torre de Griffindor, en su escritorio se fijó que había una nota y la tomó inmediatamente.

Querida Bella:

Por favor perdóname por todo lo que te hice. No sé por qué me comporté así desde un principio, el caso es que sé que con una simple disculpa nada a se consigue, temía mirarte a la cara por lo que te escribí esta nota y si aceptas ser mi amiga nuevamente me gustaría que vinieras a mi habiatcion en la sala de menesteres para charlar un rato.

Terriblemente avergonzada
         
         Marelene...

Bella al no ser alguien rencorosa decidió darle una oportunidad a la rubia por lo que dirigió sus pasos al lugar pactado, tuvo cuidado de no ser pillada por ningún profesor y frente a la puerta esperada pensó en ver a Marlene. La puerta se abrió y lo que vio la dejó helada de pies a cabeza. Su novio y Marlene estaban teniendo sexo desenfrenado frente a ella...

Reencarné en una sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora