Capítulo 10

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No sabía por qué, pero desde que el estúpido de Potter la había ignorado aquél día en la sala común, Lily había estado deprimida, no se atrevía a decirlee a sus amigos porque ni ella misma entendía lo que pasaba con ella. Esa tarde luego del incidente se marchó a su habitación y recuerda haber estado llorando hasta que cayó la noche, incluso su apetito había mermado y por mucho que ella no fuese tan glotona se daba a notar su falta de apetito.

-¿Lily me estás escuchando?

Ni cuenta se había dado de que Severus llevaba casi media hora explicándole la receta del filtro de muerte.

-Sev, perdóname, no te estaba escuchando.

-No tengo nada que perdonarte Lily, la verdad es que se te nota un poco cansada, ¿te sientes mal? He notado que casi no comes y tienes horribles bolsas bajo tus ojos.

-No te preocupes por mi Sev, es estrés, por los TIMO son este curso ¿recuerdas? Y me resultan bastante complejos, casi no duermo en las noches.

-Entiendo. Bueno dejémoslo hoy hasta aquí. ¿quieres ir a visitar a Bell a la enfermería?

-Claro, vamos. La verdad es que estoy un poco preocupada por ella. Madam Pomfrey dice que le dieron una poción para dormir sin soñar hace dos días y todavía no despierta.

Ambos chicos salieron de la biblioteca luego de recoger sus pertenencias y se encaminaron a la enfermería.

-¡Snape!

Lily y Severus se detuvieron ante la voz que llamaba al pelinegro, a la distancia divisaron al inconfundible cabello largo y platinado de Malfoy, Lucius Malfoy, junto a la desquiciada hermana de Andrómeda y Narcisa Black.

-¡Piérdete sangre sucia, no es a ti con quien querémos hablar!

Lily no se movió del lugar, solo se limitó a mirar de malos modos a la castaña Bellatrix que le devolvió una mirada cargada de asco, Malfoy simplemente pasó de ella…

-Bella no le hables así, es mi amiga.

Lily sonrió victoriosa mientras que Malfoy y la Black rodaron los ojos. Aunque la pelirroja no se esperaba que su amigo le pidiera privacidad.

-Lily, no te ofendas, ¿pero crees que puedas esperarme en la enfermería?

-Claro Sev, no te preocupes.

La dulce pelirroja sentía que su amigo de la infancia estaba teniendo muy malas compañías y temía que Malfoy y su séquito lo alejaran de Bella y ella. Caminó hasta la enfermería y llegó a la cama de su amiga, pero no esperó encontrase allí a Black totalmente preocupado y con lágrimas en los ojos observando a su amiga con culpa y arrepentimiento.

-Perdóname mi sirena, perdóname.

Lily se escondió rápidamente en el pequeño baño de la enfermería y desde allí trató de escuchar las constantes disculpas de Black  hacia Bella, pero…

-¿No te enseñaron a tocar la puerta Evans?

Era él, era la verdadera razón por la que no pudiese conciliar el sueño en las noches y su apetito se hay ido de camping.

-L-lo lamento Potter.

-Está bien, que tengas buen día Evans.

-Sí, gr-gracias.

El chico abrió la puerta para salir pero una pequeña y delicada mano se lo impidió.

-James, ¿te ocurre algo con-migo?

-¿Por qué la pregunta?

-Es que actúas extraño, ya no me… di-digo, ya no estás…

-Si a lo que te refieres es a que ya no estoy detrás de ti como perro hambriento es porque me cansé Evans, me cansé.

-¿Te cansaste?

-Sí, además, ¿desde cuándo nos tuteamos? No recuerdo que lo hayamos echo alguna vez.

El joven de lentes salió del baño dejando muy afectada a la pelirroja, Lily sentía unas incontrolables ganas de llorar, se estaba dando cuenta demasiado tarde que aquél idiota había robado su corazón pero por tener siempre su orgullo tan alto había perdido al chico que le gustaba. Aunque luego sintió que estaba siendo mala amiga porque se había enamorado de uno de los abusones que molestaban a su amigo Severus. Así que limpió sus lágrimas con desición y salió del baño, por suerte ni Black ni Potter estaban ahí , en su lugar se encontraba Severus quien sostenía la mano de su amiga.

-Hola Sev, perdona si pensaste que me fui, estaba en el baño|.

-Está bien Lily. Aún no entiendo ¿cómo es que Potter tiene que ser tan imbécil hasta con su propia familia?

-¿A qué te refieres?

-¿No te lo dijeron? A Pettegrew se le fue la lengua hablando con Black, le escuché decir que poner esas ranas en la habitación de Bella no había sido la mejor idea que tuvieron.

-¡Es por eso entonces que Black estaba así!

-¿De qué hablas Lily?

-Cuando llegué aquí Black se le veía preocupado y culpable, sostenía la mano de Bell y le decía “perdóname mi sirena, perdóname” estaba incluso llorando. Juro que hasta llegué a sentir pena por él, pero resulta que es uno de los causantes de que ella esté en ese estado. Lo aborrezco.

-¡NO, NO ME DEJES, NO ME DEJES POR FAVOR!

Fin del capítulo...

Hola chic@s cómo están, aquí les tengo el capítulo 10. Aquí quise poner una perspectiva de Lily, espero que les guste y díganme si creen que funcione esta táctica nueva de James para atraer a la pelirroja.
Disfruten del capítulo besos 💋.

Reencarné en una sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora