Capítulo 8 | Cartas al olvidó

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|Mi pluma traza líneas de añoranza y despedida, mientras las palabras se deslizan como lágrimas sobre el papel.
Mi musa eterna, en cada carta eres mi alborada.
Te quiero en cada verso escrito....cada carta es un monumento al dolor de lo que una vez fue y ya no será.
A través del papel, te deseo y te extraño.

A través del papel, te deseo y te extraño

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—Angel... Aún no, todavía .. todavía me falta un mes ..

Quejidos y gritos de dolor se presenciaban en los pasillos del hospital, Lucifer se encontraba encima de una camilla siendo empujado por enfermeras que tomaban su presión y lo dirigían a la sala de parto, al lado de él estaba Angel tomándolo de la mano aferrado a él.

Estaba por dar a luz, temblaba asustado de que su pequeña iba a nacer prematura pero no podía hacer más, se había cuidado lo más que pudo pero al no tener a Alastor cerca su embarazo se complicó, el mismo omega decía que podía hacerlo solo y ahora se lamentaba de no haberle dicho la verdad, su pequeña puede que no sobreviva a la hora de nacer. Si eso pasará, no sé lo perdonaría, pues por su inmadurez estaba por perderla.

Al llegar a la sala de parto las obstetras colocan las piernas del omega encima de las perneras, lo que hace que esté en una posición abierta y elevada para facilita al personal médico acceder al área del parto.
Las mujeres se preocupaban y murmuraban que la entrada de Lucifer no estaba bien dilatada, les sorprendió pues hace ya veinte minutos que había entrado en contracciones, así la bebé no podría salir.

—Continúe así como lo estaba haciendo hasta ahora, va bien. Hagan pasar al alfa del señorito Morningstar para que lo ayude por favor, él no puede estar solo ahora. – Indicó la enfermera cosa que hizo enfadar a Ángel pues vio que con esas palabras Lucifer empezaba a sollozar.

—ÉL NO ESTA SOLO. – Gritó el omega mayor para que todas en la sala lo escucharán y su voz no se mezcle con el llanto del menor. —Él me tiene a mi! Hoy yo soy él padre de esa bebé me escucharon! así que hagamos nuestro mejor trabajo para que ella nazca bien!.

Todas asintieron.


(.....)


Su vista se nublaba ya había perdido todas sus fuerzas pujando, sentía que se iba a desmayar y eso no pasó  desapercibido por su compañero. El cuál se inclinó para hablar con él y que sus caras estén cercas pues sabía que el menor no tenía fuerzas para hablar.

—Lucifer escúchame, tu parto se complicó y no puedes dilatar bien. – Empezó a repartirle cariño a las mejillas del menor para secar sus lágrimas y quitar los cabellos alborotados de su rostro que a duras penas podía mantener los ojos abiertos.
—Si te desmayas tu presión bajara y va ser peor para ustedes dos, tenemos que sedarte y practicarte una cesaría, se que eso no lo planeamos pero es por el bien de Charlie y tuyo.

Él solo asintió, aceptando lo que le dijo su amigo, Angel hizo una seña para que el anestesiólogo se acercara y lo sedara. Mientras hacía su trabajo ambos omegas continuaron hablando.

Mesa Para Dos | RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora