Capítulo 22 |Mechones Rubios

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|Él lo siguió eligiendo después de todo. Y él después haber salido lastimado, lo intento por qué era él.

La oficina estaba iluminada por una luz blanca y fría, que contrastaba con la calidez tenue de las paredes color beige

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La oficina estaba iluminada por una luz blanca y fría, que contrastaba con la calidez tenue de las paredes color beige. Lucifer estaba sentado frente a la doctora, con la cabeza apoyada en una de sus manos, mirando distraídamente hacia la ventana. Alastor, en cambio, estaba completamente enfocado en la conversación. Tenía el ceño ligeramente fruncido a medida que ella hablaba

—El hospital que lo atendió esa noche nos envió su expediente médico —dijo la doctora, ajustándose las gafas mientras repasaba las hojas en sus manos.
——Su estado actual no nos permite esperar mucho más. Si quieren organizar algo o prepararse, puedo darles unos días adicionales, pero la operación debe realizarse lo antes posible. De lo contrario... el daño en su cerebro seguirá avanzando y será irreversible.

Alastor apretó los labios al escuchar eso y lanzó una mirada rápida a Lucifer, quien no mostró reacción alguna. Parecía ausente, ido, como si todo aquello no fuera realmente sobre él.

—¿Y qué pasa si no me opero? —preguntó Lucifer, con una voz monótona que hizo que Alastor lo mirara con incredulidad.

La doctora dejó el expediente sobre su escritorio y se inclinó un poco hacia adelante, mostrando una expresión seria, pero también comprensiva.

—Bueno... — no esperaba esa pregunta, así que fue escogiendo cuidadosamente sus palabras.
——Si decide no operarse, el daño continuará extendiéndose. Puede experimentar pérdida de funciones motoras, problemas cognitivos más severos, e incluso... bueno, puede llegar a un punto donde ya no podamos hacer nada por usted.

—¿Y eso cuánto tiempo me da? Si no me operó, ¿cuánto más puedo vivir? —insistió Lucifer, mirándola por primera vez directamente.

Alastor dejó escapar un suspiro bajo, notando la tensión creciente en la habitación. Sabiendo perfectamente lo que quería su amado.

—Es difícil decirlo con exactitud sr Mornigstar...Tal vez un mese, tal vez semanas. Pero lo que sí puedo decirle es que cada momento que usted extiende el día de su operación, disminuye sus probabilidades de recuperación total.... Disminuye la probabilidad de una operación exitosa.

Lucifer asintió lentamente, como si estuviera considerando esas palabras, aunque la apatía en su rostro seguía presente. Alastor no pudo contenerse más y habló.

—Lucifer, esto no es solo sobre ti —dijo, mientras movía su cuerpo para girarse hacia él.
——Tienes una hija, una familia. No puedes simplemente ignorar esto.... No puedes ignorarnos.

Lucifer le lanzó una mirada cansada, pero no respondió, solo lo ignoro. En su lugar, volvió a mirar a la doctora.

—¿Qué tan segura es esta operación? —preguntó con un tono más seco de lo que pretendía.

Mesa Para Dos | RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora