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Entre en el instituto mucho más segura de mí misma de lo que me sentía. La noche anterior me había venido un nombre a la cabeza que podía encajar en el papel de mi nueva novia, pero si la parte de la elección me había pareció difícil, no quería ni imaginarme como sería el discurso que tendría que soltarle al chico en cuestión para convencerle.

Y eso no era todo. Antes que nada, necesitaba hablar con mis amigas, pues lo cierto era que ellas no estaban al tanto de mí ya no tan inofensiva mentira a Dizzy. Iba a estar interesante la mañana. Jane y Loonie ya estaban sacando las cosas de sus taquillas cuando las divise a lo lejos. Me acerque junto a ellas y la sonrisa de ambas se esfumo al instante.

—Chloe. —dijo Jane—. ¿Estás bien?

—Eso, tus ojeras indican que no has dormido mucho —añadió Loonie inspeccionándome el rostro, como si así pudiera averiguar que me pasaba sin necesidad de yo contestara.

—Lo cierto es que apenas he dormido tres horas. —Mis amigas abrieron la boca para replicar, pero yo me adelante—. Tengo que hablar con ustedes, a poder ser antes de que empiece la primera clase.

No hizo falta decir nada más, porque Jane nos tomó a Loonie y a mí de las muñecas y nos llevó al cuarto de baño más cercano. Le encantaba el drama, que se le iba a hacer. Se aseguró de que no había nadie más con nosotras y se giró hacia mí con los brazos cruzados sobre el pecho. Loonie solo miraba toda la escena expectante.

—Cuéntanos, ¿Qué ha pasado?

Me aclare la garganta en un intento de ganar tiempo para ordenar mis ideas. Lo mejor era empezar por el principio.

—De acuerdo, recordáis a mi prima Dizzy ¿cierto? —empecé—. La que vive en Londres y se dedicaba básicamente a asegurarse de que toda su vida sea cien veces mejor que la mía.

Mis amigas asintieron en silencio, y yo pude notar por sus expresiones que no tenían ni idea de adonde quería llegar a parar. Se miraron y se encogieron de hombros, como si yo no estuviera literalmente delante de ellas. Puse los ojos en blanco antes de continuar.

—Resulta que va a venir a pasar el próximo semestre a Auradon, concretamente se va a quedar en mi casa.

—¿No has podido dormir porque va a venir tu prima? —Pregunto Loonie haciendo una mueca—. Sabemos que no te cae bien, Chlo, ¿pero no crees que eso es un poco exagerado?

Fulmine a Loonie con la mirada. Aunque no había sido ese el motivo, en cualquier caso, el hecho de que mi prima viniera a pasar tantos meses a mi casa era razón suficiente como para quitarme el sueño de una semana entera.

—No es eso —me apresure a añadir—. El problema es que hay un pequeño detalle que no les he dicho. No se cómo, pero hace unos meses acabe contándole a Dizzy que tenía novia, y resulta que aún lo piensa. Y, por si no se han dado cuenta, no tengo novia, así que estoy en un pequeño aprieto.

Loonie y Jane me miraron con la boca abierta y ojos de incredulidad. En seguida, Jane negó con la cabeza, como si estuviera apartando las miles de preguntas que sin duda estaban pasando por su mente en aquel momento.

—Lo primero, sabemos que no tienes novia —empezó a enumerar—. Y lo segundo, ¿Cómo se te ocurre contarle eso a tu prima? ¿Se te fue la cabeza?

Jane alargo la mano y me dio un pequeño golpe en el brazo. Fue más bien suave, pero claramente me habría golpeado más fuerte si hubiese querido.

—Lo sé, lo sé. Fue una pésima idea, pero lo hecho, hecho esta. —Me estaba empezando a poner nerviosa y no sabía por qué—. Va a venir Dizzy y no hay ninguna chica en mi vida, así que les pido por favor que me ayuden en esto. Necesito su apoyo, chicas.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora