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—Esto va aquí... o mejor aquí... No sé, que estrés.

Observe como mi madre se volvía loca con la organización de la cena. Desde que le dije que Red finalmente vendría esta noche, llevaba todo el día, alterada. Ni siquiera sabía porque ella estaba tan nerviosa, la única que debería estarlo era yo, ya que todo esto era una farsa.

—Tía, yo encantada, te puedo ayudar con todo. No es ninguna molestia —se ofreció mi querida prima. Como no, tenía que quedar bien delante de mi madre a toda costa. Ella comenzó a colocar los platos y los cubiertos en la mesa del comedor y, al colocar los míos los cambie de sitio.

— ¿Por qué haces eso? —pregunto, claramente molesta.

—Porque no sé si te acordaras, pero soy zurda. Si me siento donde tú me has puesto los cubiertos, chocare con la persona de al lado. Debo sentarme al final de la mesa.

—Tu, tus manías de rarita... En fin, lo cambiare —dijo no muy animada. Una vez estuvo preparado todo lo de la mesa, fuimos a la cocina a comprobar si mi madre necesitaba alguna ayuda—. Tía Bridget, ¿Necesitas algo más?

—No, cariño, gracias por la ayuda. —yo rodé los ojos, tanto mi prima como yo estábamos ahí pero solo agradecía a mi prima, típico—. Chloe, Red no será vegetariana, ¿no?

—¿Red? No, no. Adora la carne. —más valía que fuese así, porque si no tendríamos un problema. Era capaz de obligarle a comer si era necesario.

—Estupendo. He hecho canelones de carne. —dijo señalando al horno.

— ¡Mis favoritos! —grito Dizzy emocionada. ¿Por qué daba la impresión de que la única persona que no estaba emocionada por la cena era yo? Ah, porque era así de verdad.

—Chicas, deberían ir arreglándose. —añadió mi madre.

— ¿Arreglar? Pero si la cena es en casa —respondí obvia.

—Sí, pero tu novia va a venir. No pensaras cenar con ella así, ¿verdad? —Mi prima señalo mi ropa. La observe un momento: un pantalón de gimnasia y una camiseta de tirantes, no estaba mal. ¿No? Por las miradas de Dizzy y mi madre, supe que no me dejarían cenar así—. Anda, Chloe, vístete como lo haces en las citas, nada más. Yo, por mi parte, me pondré divina, como siempre.

—No estarás intentando impresionar a mi novia con tu ropa, ¿no? —pregunte, recalcando claramente que Red era mi novia. Oí a mi prima reír mientras subía las escaleras, sin responder la pregunta.

Decidí dejar el asunto estar e ir a cambiarme. Cerré la puerta de mi habitación y abrí mi armario, dispuesta a inspeccionar. Sin embargo, no encontraba nada adecuado. De por sí, mi vestuario no era muy variado; me gustaba vestir sencilla. Tenía algún vestido, pero me parecía arreglarse demasiado para una cena en mi propia casa. Opte por ponerme una blusa floreada, junto a un pantalón blanco, y unas francesitas de mi habitación para ver si me convencía el conjunto. La ropa si me gustaba, pero no me convencía el pelo, que llevaba suelto y algo alborotado. Me decante por mi tan habitual opción cuando tenía el cabello así: una trenza. Mientras en la ropa no me complicaba demasiado, si lo hacía con los peinados, me encantaba peinarme. Tras terminar de hacer mi trenza de espiga, me plantee si maquillarme o no. Sabía que mi prima lo haría, así que ¿Por qué no? Me eche un poco de rímel en mis pestañas, para que luciesen mucho más largas. El único otro producto de maquillaje que use fue un brillo de labios en tono rosa, no quería complicarlo mucho. Ahora sí, estaba lista.

Salí de la habitación orgullosa con el resultado, aunque mi orgullo se esfumo en el momento en que vi a Dizzy. Llevaba puesto un vestido 'pegado, de esos que marcan todo, pero solamente sientan bien a un tipo de cuerpos, como el de Dizzy. Decir que iba maquillada era quedarse corta. Parecía que iba a algunos premios, no a cenar con mi novia falsa.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora