Cuando la puerta de mi habitación se cerró detrás de nosotras, solté un suspiro de alivio por estar afuera de la vista de mi madre y Dizzy por primera vez en lo que llevábamos de noche. Hubiera preferido que Red fuera a su casa, pero pensándolo bien, todavía no estaba preparada para enfrentarme al interrogatorio y los comentarios de mi familia respecto a mi supuesta novia. Y menos cuando mi madre y mi prima parecían tener una alianza para dejarme en evidencia.
—Antes de que abras la boca para soltar algún comentario sarcástico sobre lo que ha dicho mi madre de tener "un poco de intimidad" —le dije a Red una vez me asegure de que solo ella podía escucharme—, que conste que no nos vamos a besar.
Red se giró hacia mí y alzo las cejas con el amago de una sonrisa en los labios.
— ¿Acaso vamos a hacer algo más? —Pregunto acercándose hacia mí—. Yo no tengo ningún problema.
Acorté la distancia que quedaba entre nosotras y le di un golpe en el brazo con poca fuerza. Red se intentó defender echando el cuerpo para atrás y tapándose el pecho con los brazos automáticamente, pero no tuvo ningún éxito. A pesar de mi pequeño ataque, Red acabo riendo, así que yo le fulmine con la mirada en un intento de expresarle sutilmente la poca gracia que me hacia su comentario.
—Eres una cerda, ¿lo sabias? —le asegure mientras me dirigía a mi cama.
—Eres tú la que se acaba se sentar sobre la cama, no yo. —a pesar de su respuesta, Red ya se estaba alejando de mi e iniciando una inspección exhaustiva de mi cuarto. Sin molestarse en mirarme, continuo—. Luego no te quejes si interpreto mal tus indirectas.
Di un resoplido y rodé los ojos, pero no conteste. En vez de eso, me quede observando a Red, que a su vez observaba todas las cosas que había en mi habitación. Paseaba la vista por mi estantería, repleta de libros de todo tipo, y pude ver como arrastraba un dedo por el lomo de cada uno de ellos, como si así pudiera leer los títulos rápidamente. Cuando termino con la estantería, se dirigió hacia mi escritorio que no estaba lo que se dice ordenado. Los apuntes de clase estaban esparcidos por todas partes, y Red soltó una risita al verlos. Se giró para mirarme de nuevo, y esta vez tenía algo en las manos; un libro que yo había dejado abierto sobre la mesa por la tarde.
—Te gusta leer. —comento Red. No era una pregunta, sino una afirmación—. Estabas leyendo este libro mientras estudiabas ¿verdad?
Me encogí de hombros y me hice a un lado para dejarle un sitio a mi derecha sobre la cama. Red no tardo en sentarse junto a mí y deposito el libro entre nosotras, cerrándolo a pesar de que no tenía el marca paginas dentro.
— ¡Oye! —Me queje agarrando el libro y pasando las páginas—. Ahora ya no sé por dónde iba.
—Pagina 311 —me dijo Red, y yo alce la mirada hacia sus ojos—. Tranquila, Chlo, no hace falta que te alteres.
—No me altero, solo que no me hace gracia que toques mis cosas como si nada —repuse yo en un tono más cortante del que me gustaría. La verdad era que no estaba molesta, pero no iba admitir delante de Red que, efectivamente, me había alterado por nada. Le di la vuelta al tema rápidamente—. Sí, me gusta leer. De hecho, es una de mis cosas favoritas.
—No me digas —me interrumpió Red con una sonrisa divertida. Señalo a mi estantería, a las torres de libros que había apilados a ambos lados de mi cómoda, al libro que descansaba sobre mi almohada detrás de mí y, finalmente, al libro que yo tenía en ese momento entre las manos—. No me había dado cuenta.
Para variar, puse los ojos en blanco, pero lo hice con una sonrisa. De alguna manera, la suya resultaba contagiosa.
—Lo hago siempre que puedo —continúe explicándole sin responder a su comentario burlón—. Me gusta entrar en otros mundos que son, en la mayoría de los casos, tan diferentes al nuestro.
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Do we have a deal? Chloe/Red
Hayran KurguChloe Charming es una chica corriente a la que no le gusta destacar ni discutir con nadie. Excepto con una persona: su prima Dizzy. Odia su aire de superioridad cuando habla de su vida, asi que decide contarle una inofensiva mentira: tiene una novia...