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Me sentía mucho más tranquila tras haber hablado con Red. Además, aunque no hubiésemos tocado el tema explícitamente de Melody, supe que Red lo comprendía.

Por otra parte, se había convertido en un amigo -el único, de momento-, aunque esperaba que Jay pudiese serlo también. Jay... ¿Qué es lo que tenía ese chico que volvía locas a mis mejores amigas? Porque una cosa tenía clara: ellas no podían ser más diferentes.

El caso es que las cosas parecían haberse calmado, y por ello, el día de hoy se planteaba tranquilo. Pero claro, estamos hablando de mi vida, estaba completamente equivocada.

Todo comenzó por la mañana, cuando mi prima se levantó a desayunar con una sonrisa demasiado grande para ser ella, ya que en las mañanas siempre tenía un humor de perros.

— ¿Por qué la sonrisa? —pregunté, yendo al grano. Con Dizzy era lo mejor que se podía hacer, no irse por las ramas.

—Oh, por nada. Bueno, quizá por algo. Primita, hoy haremos algo malo.

Oh, oh. Dizzy usando el término primita y hacer algo malo en una misma frase no significaban nada bueno, estaba comenzando a preocuparme.

—Sé que me voy a arrepentir de preguntar, pero... ¿Qué se supone que quieres que hagamos?

—Tú y yo a la noche nos vamos a escapar a ver una carrera de motos.

—Sabes que mamá nos mataría, Auradon por la noche puede ser bastante aterradora. —argumenté. Era una tontería hacerlo con ella, ya que nunca he conseguido hacerle cambiar de opinión—. Además, ¿qué tiene de especial una carrera de motos? Creo recordar que no te gustan.

—Las motos no, pero Melody puede que sí.

Todos mis sentidos se pusieron en alerta al oír el nombre de la chica que me gustaba en boca de mi prima.

— ¿Que Melody qué? —Intenté no sonar muy enfadada o alterada, pero era bastante complicado.

—Melody compite, por eso quiero ir. A desearle suerte, ya sabes.

—¿Te... gusta Melody? —El miedo en mi voz era tremendamente palpable, ya que esta me temblaba un poco, pero Dizzy no lo notó, gracias a Dios.

—No me gusta. —Juro que mi corazón volvió a latir de nuevo al oír lo que yo quería que dijese—. Pero me cae muy bien, y un poco de apoyo nunca viene mal. Además, creo que también podría querer tu apoyo.

— ¿De verdad lo crees?

— ¡Claro! De hecho, le vi simpatizar más contigo que conmigo, y eso que tienes novia. Imagínate si no la tuvieses...

Tuve que morderme la lengua para no soltar que me gustaba demasiado Melody, y que, de no ser por ella, estaría haciendo lo imposible para conquistarle. Claro que ahora que Red lo sabe, no veo por qué no intentarlo...

— ¿Chloe? ¿Sigues aquí o estás pensando en tu amorcito?

—Sigo aquí, sí. No soy partidaria de desobedecer y escaparme, pero si Melody necesita apoyo...

— ¡Así me gusta! ¿Sabes, prima? Desde la última vez que te vi estás cambiada, tanto por dentro como por fuera. No recordaba a Chloe Charming tan arriesgada.

—Pues yo sí te recordaba así, mira tú. Quizá lo que te cambie es pareja y, bueno, tú no tienes.

Pude ver cómo Dizzy hacía una mueca, claramente disgustada por mi comentario. Peor para ella; fue la que empezó, que sufra.

El resto de la mañana del domingo pasó tranquila, ya que ni Dizzy me habló, ni yo a ella. Decidí ir a hacer una visita a mis amigas a casa de Jane, avisando a Loonie primero, claro.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora