36

1.7K 128 27
                                    

Reunión de chicas. Es urgente.

Mensaje enviado.

Vamos ya para tu casa, no te preocupes.

Sonreí tristemente, sabiendo que mis amigas no dudarían ni un segundo en venir a ayudarme con todo este lío. Y es que en verdad era así, un lío; me había dado cuenta de mis sentimientos hacia Red en una cita con Melody -mi ex amor platónico. Y todo era confuso.

Por supuesto, lo primero que habría querido hacer tras abandonar la cita con Melody era ir a casa de Red a decirle todo lo que sentía y sobre todo a pedirle perdón, por todo. Pero no podía. El simple hecho de recordar nuestra última conversación aún dolía, la forma tan fría en la que me miró... como si no me conociese. Quizá fuese así, porque últimamente no había actuado mucho como yo misma. Si me hubiese presentado en su casa, seguramente me habría dado con la puerta en las narices, y eso solo terminaría de romperme, por completo.

Al llegar a casa, lo primero que hice fue encerrarme en mi cuarto, sin ganas de hablar ni ver a nadie. Pensé que Dizzy vendría a molestar, pero, gracias al cielo, no lo hizo. De hecho, se fue de casa y no volvió, supongo que, a dar una vuelta o algo, no lo sé. Me costaba pensar que mi prima tenía una vida de la que yo no era consciente, ya que mis últimos días se habían centrado en Melody. Ahora me daba cuenta de lo ridícula que había actuado. Melody no era una opción a considerar, directamente. Mi única opción y la única que yo realmente quería era Red, aunque ya era tarde para eso.

Unos minutos más tarde de mis reflexiones que no servían para otra cosa que no fuese machacarme aún más por todo, el timbre sonó. De mala gana salí de mi habitación, porque alguien tenía que abrir la puerta -y solo estaba yo en casa ahora. Al hacerlo, vi a mis dos mejores amigas esperando fuera, con una bolsa de la mano.

—Chloe, ¿qué ha pasado? —preguntó Loonie, preocupada.

Ni siquiera fui capaz de responder, ya que mi voz no salía, me resultaba imposible. Notaba mis ojos volverse vidriosos y sabía que iba a llorar, de nuevo. Sin previo aviso, tanto Loonie como Jane se acercaron a mí para abrazarme fuertemente, cosa que agradecí. No me había dado cuenta de cuánto necesitaba ese abrazo, era como si con él repusiese las fuerzas perdidas.

—No sabemos qué ha pasado, pero hemos traído helado, lo guardaba en casa para alguna emergencia. —Jane sacó una tarrina de helado de la bolsa, con una tímida sonrisa, para hacerme sentir mejor.

—Es de fresa, tu favorito —apuntó Loonie.

—Gracias chicas. De verdad voy a necesitar el helado —agradecí. No mentía, sentía que estaba en la típica escena de película en la que la chica come helado llorando por lo que perdió. Hasta ahí sería igual todo, porque a diferencia de en las películas, yo sí había perdido a Red definitivamente—. Pasen.

Mis amigas entraron dentro de casa, y Jane sin dudarlo fue a la cocina, mientras que Loonie se quedó a mi lado en el salón, donde nos sentamos en el sofá. Jane volvió de la cocina con la tarrina de helado abierta y con tres cucharas.

—He traído tres en caso de que nosotras tengamos que comer, aunque de momento el helado es todo para ti. —dijo sentándose en el otro sillón, después de haberme pasado el helado y la cuchara.

—¿Qué ha ocurrido, Chlo? —preguntó Loonie.

—Que soy estúpida, poco más. —Cogí un poco de helado con la cuchara y me lo llevé a la boca, saboreando el dulce sabor del chocolate.

—No digas eso —dijo Jane—, no lo eres. ¿Ha sido Melody? ¿Melody te ha roto el corazón? Mira que como tenga que ir y pincharle las ruedas de la moto no voy a dudar, ¿eh?

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora