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La tensión en el ambiente era más que palpable. Nadie en la habitación se atrevía a decir nada, no hacíamos mucho más aparte de dirigirnos miradas los unos a los otros. Sin embargo, todos sabíamos que este silencio no podía ser infinito y que alguien tendría que romperlo. No me sorprendió nada la persona que lo hizo.

—Entonces, ¿quién dices que eres? —preguntó mi prima al chico inglés. La verdad es que era una buena pregunta, porque ni siquiera yo sabía su nombre aún. Bueno, él tampoco sabía el mío, aunque no iba a tardar en averiguarlo.

—Me llamo Carlos. He sido trasladado de Inglaterra. —La mirada de Dizzy se iluminó por completo mientras en sus labios comenzaba a trazarse una enorme sonrisa diabólica.

—Inglés, ¿eh? Creo que tú y yo nos vamos a llevar muy bien —dijo recalcando el 'muy'. El chico miró a mi prima confuso, antes de hablar de nuevo.

—¿Cómo se llaman las demás?

—¿Tan cool eres que te presentas en casa de una persona de la que no sabes ni el nombre? —preguntó Jane, frunciendo el ceño. A mi amiga no le había caído del todo bien Carlos, y por la mirada de él parecía que era mutuo.

—Oh, cariño, no te preocupes, sé que tú eres Jane. —Pude ver cómo Jane ponía los ojos en blanco ante el comentario tan inoportuno del inglés. Al mismo tiempo, Jay no perdía detalle de cada uno de los movimientos de los dos, cosa que no me gustaba nada.

—Bueno, ella es Loonie; ella, Dizzy —dije yo, presentando a mi amiga y a mi prima—, yo soy Chloe. Un placer. ¿De qué conoces a los demás?

—Me han cogido para el equipo de lacrosse, somos compañeros. —aclaró.

—Además es bastante bueno, mejor que Red, desde luego —añadió Jay, ganándose un golpe por parte del susodicho.

—¿Cuál es el plan? ¿Qué podemos hacer? —quiso saber Loonie. Parecía bastante nerviosa, probablemente por la presencia de Jay. El maldito se había sentado entre mis dos amigas, para que todo fuese más incómodo.

—¡Juguemos a la botella! —sugirió mi prima, que no dejaba de mirar con ojos golosos a Carlos—. Aunque sea para conocernos, no besarnos entre nosotros. A no ser...

—Mejor no, Dizzy. —dijo Red.

—Oh, claro, por Chloe y tú. ¿Prueba o verdad?

—Hecho. —aceptó Jane, ante la sorpresa de todos—. Dizzy, ¿reto o verdad?

—Reto, las verdades son para los cobardes. —Yo puse los ojos en blanco; mi prima nunca dejaría de sorprenderme.

—Tienes que darle un beso a tres de los presentes en mejilla, frente y labios. Tú escoges el qué a quién.

Dizzy pareció meditarlo un poco antes de hacer cualquier movimiento precipitado. Se acercó a Jay primero, al que dio un beso en la mejilla. Tras acabar con Jay, se paró frente a Red y mis sentidos se pusieron en alerta. No podía darle un beso en los labios, no cuando se suponía que era mi novia, ¿no? Por suerte, mi prima posó sus labios en la frente de Red, con lo que pude respirar tranquila. Ni siquiera me había dado cuenta de que había estado conteniendo la respiración hasta ese momento, acto involuntario, desde luego. Por último, se paró frente a Carlos y, antes de que él pudiese reaccionar, los labios de mi prima estaban sobre los suyos. Dizzy se iba a apartar nada más que sus labios hicieron contacto, pero Carlos le devolvió el beso. Los dos empezaron a besarse salvajemente y yo no pude hacer otra cosa que apartar la mirada, era demasiado incómodo.

Tras unos segundos los dos se apartaron, y volví a mirar, aunque no debería haberlo hecho. La mirada de mi prima transmitía una lujuria que no creo que pudiese olvidar.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora