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Me volví a mirar en el espejo retrovisor del coche, como si así mi reflejo me fuese a asegurar que todo estaría bien. La decisión había sido tomada... ¿Pero por qué parecía doler tanto? No sabía cómo iba a reaccionar Red, y eso no dejaba de asustarme.

Tranquila, Chloe. Todo va a salir bien. Como si yo me creyera eso.

Inspiré profundamente antes de abrir la puerta de mi coche y bajar, dispuesta a entrar directa a clase. Por el rabillo del ojo, vi cómo Red hablaba con Dalia, y al igual que en el momento en que las vi llegar juntas en la cafetería, no me gustó nada. ¿Qué intentaba Dalia con ella?

Aparté esos pensamientos de la cabeza en el instante en que crucé la puerta de entrada del instituto. Fui a mi taquilla a coger los libros que necesitaba, y lo hice a toda prisa. No quería cruzarme con Red aún, y mucho menos con la cara y actitud de superioridad de Dalia. Entré en clase y vi a Melody ya ahí, sonriéndome e invitándome a sentarme con él. Yo correspondí la sonrisa, pero negué con la cabeza. No podía sentarme con él sin haber hablado antes con Red, eso sólo generaría más problemas y discusiones.

Decidí centrarme exclusivamente en la clase, sin prestar atención a las miradas de Red o Melody sobre mí. Fue difícil ignorarlas, pero al final lo logré. Notaba cómo mi cuerpo se iba tensando al ir acercándose el final de las primeras clases, señal de que el descanso iba a comenzar. No era el descanso lo que me preocupaba, sino la conversación que tendría con Red. Sabía que ella me hizo escoger entre ella o Melody, pero aún había alguna posibilidad de poder escoger sin perderle, ¿no?

Cuando el timbre sonó, me levanté de inmediato de la silla, como si alguien me estuviese controlando o estuviese poseída. No era así, por supuesto, simplemente los nervios lo hicieron como acto reflejo. Por primera vez en toda la mañana, dirigí mi mirada hacia Red, que ya me estaba mirando.

—Creo que tenemos que hablar —dije lo más tranquila posible, que no fue mucho. Red asintió con la cabeza antes de recoger sus cosas y ponerse de pie. Se acercó a mí y me agarró con cuidado del brazo para salir de clase y asegurarse de que yo iba tras ella. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos de la gente y, más concretamente, de nuestros amigos, paró.

—Está bien. Puedes hablar ya —dijo simplemente. Yo cogí un poco de aire antes de empezar a hablar, sin ser capaz de mirar a sus ojos.

—Verás, es sobre el tema de Melody... —No pude decir mucho más, ya que mi cuerpo temblaba cual gelatina. Red puso su mano sobre mi barbilla empujándola levemente hacia arriba, de forma que mis ojos se encontraron con los suyos.

—Quiero que me mires cuando me hablas. ¿Qué te asusta tanto? —preguntó con cierta curiosidad.

—Tu reacción... —admití. La expresión de Red en ese momento cambió por completo; acababa de averiguar cuál había sido mi elección.

—No lo puedo creer... ¿En serio le has escogido a ella? ¿A esa tipa? —El tono de Red no se parecía en nada al que había usado anteriormente. Ahora era dura y se podía notar cierto enfado y decepción en su voz.

—Bueno, sí... Pero no le he escogido, solo he decidido tener una segunda cita con ella. —Yo intentaba descifrar lo que los ojos de Red escondían, pero no me resultaba sencillo.

—Pues eso, Chloe, significa que le has escogido a ella. Espero que les vaya genial y sean muy felices y coman perdices. Me largo. —comentó antes de echarse a andar, camino a la salida del instituto. Yo no podía permitir eso, por lo que eché a correr tras ella hasta que le alcancé. Agarré la manga de su chaqueta obligándole a girarse—. ¿Y ahora qué demonios quieres?

—¿Que qué quiero? Red, quiero que esto no termine así. ¿Por qué no podemos seguir siendo amigas y ya está? —Red pareció perplejo antes mis palabras, como si no pudiese dar crédito. En este momento podía ver lo que sus ojos reflejaban: furia, pero especialmente, dolor.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora