Capitulo 29

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Subí a mi auto, no me molestaba en lo absoluto pasar el día con Vale y Carlos, después de todo sino lo hiciera me la pasaría totalmente aburrida en mi casa.

Conduje hasta el colegio de Vale, batalle un poco para recordar el camino ya que la vez que había ido con Maria José me la había pasado observándola a ella.

Valentina: ¡Daniela viniste! - alargó con felicidad al verme

Calle: ¡Sí! -le contesté igual de entusiasmada - Y no sólo eso - sonrei ampliamente - Hoy yo los cuidaré - le conté y un alegre "Wii" salió de sus labios.

Se sentó en el asiento del copiloto y sola abrocho el cinturón de seguridad. Partimos ahora con rumbo al colegio de Carlos quien al igual que su hermana se emocionó al verme ¿Por qué Maria José no podía ser así?

Calle: ¿Que se les antoja de comer?

Valentina: Espagueti - dijo

Carlos: Tiras de Pollo - segundos después

Calle:  ¿Ambos?- pregunté y claramente no se negaron

Según los pequeños había pollo en su casa así que sólo habría que comprar los ingredientes para el espagueti, así que llegamos a un supermercado para comprar las cosas.

Valentina: Daniela.. ¿Podemos llevar este? - preguntó agitando una caja

Calle: ¿Qué es?- pregunté y me entregó la caja - Vale pero yo no sé hacer pasteles - le advertí cuando me di cuenta de lo que era.

Carlos: Detrás vienen las instrucciones señalo

Calle: Está bien - como negarle algo a ese par - ¿Pero ustedes me ayudaran ok? - ambos asintieron y yo dejé caer la caja en la canasta junto con las demás cosas.

Hicimos de comer, comimos, los ayudé con sus tareas así el sábado y domingo los tenían libres; jugamos, vimos televisión y justo a las siete con treinta minutos comenzamos con el pastel.

Carlos  leía las instrucciones y Vale mezclaba los ingredientes, sólo con algunas cosas con las que ella no podía yo la ayudaba Vaciamos la mezcla de chocolate en un recipiente especial para pasteles, de ahí yo me encargué de meterlo al horno; Ocho cuarenta y Maria José aun no llegaba y el pastel tampoco estaba listo.

Calle:  Por qué no suben, se dan una ducha, se cambian y así bajan y el pastel ya está listo - ambos obedecieron y subieron a sus respectivas habitaciones.

Saqué el pastel del horno y comencé a ponerle la cubierta, al igual de chocolate; no demoré ni cinco minutos en hacerlo. Una vez terminado lo dejé sobre la barra. mientras que me llevaba todos los artefactos con los que lo hicimos al lavabo.

-Llegué - era la voz de Maria José que se escuchaba en el living. "Hace una hora que debiste haber llegado", pensé.

Continúe limpiando las cosas que habíamos usado para el pastel, ya casi terminaba sólo faltaba guardarlo todo en su lugar.

Poche: ¿Y los niños? - escuché ahora más cerca. Me di la media vuelta para poder verla.

Calle: Arriba - giré nuevamente hacía el lavabo - Se fueron a darse una ducha y cambiarse - seque mis manos con una pequeña toalla blanca y caminé hacía la barra.

Poche: Wow - dijo sentándose a un lado de la barra - A Dan le tomó semanas lograr que lo obedecieran. - enfocó su mirada en el pastel que aun estaba en la mesa - ¿Y eso? - preguntó volteando a verme.

Calle:  Carlos y Vale lo hicieron.

Poche:  No te creo - negó con la cabeza

Calle: ¡De verdad! -reí- Yo sólo los ayudé a meterlo y sacarlo del horno - era cierto

Poche:  Sigo sin creerte - rio. Su risa era hermosa no sé por qué no lo hacía más seguido, acercó su mano al pastel y tomó un trozo.

Calle:  ¡No! - alargué en tono de reproche - Toma un plato y cubiertos - me di la vuelta para tomarlos pero cuando se los entregué ya tenía la boca llena. - Maria José...- le dije riendo.

Poche: Disculpa mis malos modales, no soy como Laura - tomó otro pedazo y lo llevó a su boca.

Calle: ¿Y qué tiene que ver Laura en esto? - sola se estaba descubriendo - No me digas que..- dije sorprendida acercándome más a ella - No me digas que estás celosa- sonreí mordiendo mi labio inferior.

Poche: No, te lo digo porque no es cierto - otro pedazo de pastel fue llevado a su boca para ser masticado de la manera más sensual que había visto.

Calle: Tienes chocolate aquí - le dije señalando mi comisura de los labios mientras comenzaba a reír.

Poche: No me importa - articulo y siguió comiendo.

Calle: ¡Basta! - dije con desespero - Deja de comer con las manos - tomé el tenedor y la servilleta que había dejado en la mesa y se los acerque.

Poche: Me niego a usarlos - ¿Qué no podía parar de comer?

Calle: Eres un maleducada - le dije riendo al mismo tiempo que alejaba el pastel.

Poche: Dame - exigió

Calle: No -le respondí - Déjales algo a tus hermanos -rodo los ojos y cruzó los brazos recargándose en la mesa - Ven - tomé la servilleta y me acerqué a ella tomándola del brazo para hacer que junto con la silla girara hacía mí, su mirada vagaba por el techo mientas que yo por dentro me debatía por limpiar ese chocolate con la servilleta o con mis labios, tenía que hacerlo a pesar de ya haberle dicho que la dejaría en paz.

Puse mi mano suavemente en su mejilla para luego cortar a cero la poca lejanía que había entre nuestros rostros. No era precisamente un beso, pose mis labios en la comisura de los suyos y deslice lentamente mi lengua llevándome todo rastro de chocolate, era delicioso el sabor del dulce pero no tanto como el de sus labios; algo ¿apenada? me alejé.

Calle:  Y.. Ya no tienes ma.. más chocolate - limpié con la servilleta tratando de ignorar su fija mirada - Creo que será mejor irme - acomodé mí cabello y le saqué la vuelta para salir de la cocina pero frustró mi huida tomándome de la muñeca. - Lo siento, dije que no molestaría más pero..- comencé a hablar aceleradamente.

Voltee a verla y estaba de pie nuevamente con esa intimidante mirada, dio los dos pasos que había de distancia entre nosotras, puso decisivamente su mano en mi cintura y sin perder el contacto visual soltó mi muñeca para tomarme de la nuca y atraerme a sus labios.

Me, Myself And I (Cache) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora